"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

18 mayo 2010

Inquietudes e individualidades


"Se me han olvidado los últimos 5 minutos que no estuve pensando en ti. 
Hoy hemos vuelto a dormir separados 
y yo, ya ves, vuelvo a escribir, 
aunque solo sea para contarte lo bien que me quedan tus arañazos."

~Escandar Algeet

A veces puedo ver cómo las palabras surgen bailando de entre las cascadas de sus cabellos,
y nadie,
o quizá todo el mundo en secreto,
se enamora de los sueños en los que aparece.
Y con ella todas las anécdotas
de amores únicos de película, de esos libros que nunca leíste
se quedan en risas ajenas,
ante malos chistes.
Me susurra
"qué idiota", y se ríe, y no sabe cuán sincero soy cuando le digo que,
si hoy no me besa,
mañana no me despierto, e iré sonámbulo a llorárselo a las teclas.
Siempre seremos más de lo que piensa, y
menos de lo que me gustaría.
Me peleo con mis manos por tocarla,
y si mil palabras le regalé esa noche, te digo,
que no son tan siquiera una mínima parte de las que llevan su nombre.
Que a vivir se aprende sólo,
pero a sentir se aprende con alguien,
y crean más dependecia los pocos besos que ella me regala,
que los muchos que me vende el tabaco,
secos de adicción y nicotina.
Que dolor es un concepto que aprendimos ayer y contra el que hoy
estamos advertidos, por eso
no le diré que la quiero, porque no me lo perdonaría, pero le diré,
que sus caricias son cosquillas,
que sus pisadas parecen cuadros, de campos de óleo que ya pisó,
que sueño con un "contigo mañana", con un "nunca sin ti", con ella
que sólo de verla me hincho de poesías,
que si se pierde al otro lado del mundo, créeme, iría descalzo en su busca,
que la besaría en cualquier rincón del universo,
que la he observado despertarse, mientras todas las bocas del mundo se ahogaban en bostezos, y ella era la única que giraba la cabeza, porque yo que sé, tiene esas manías y esas vergüenzas, y yo me reía a la vez que ella me daba pataditas bajo las sábanas, y el amanecer nos deslumbraba a través de la ventana...
Le diría, como último inciso, que tengamos cuidado con eso de no tener cuidado,
porque,
después de todo,
es demasiado fácil enamorarse.

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