"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

28 diciembre 2012

Deus ex machina

Las ganas de levantarme a sencillamente correr aumentan a medida que soy mas consciente de la inevitable irretornabilidad de ésta broma que se nos presenta vestida de gala y dice llamarse vida. Echar un vistazo atrás en ocasiones, hace llorar a esa parte de mí amante de los viajes en el tiempo y de sus ojos, entristece y exprime el alma de uno hasta peligrosos límites, tras lo cual el presente, a modo de imán, me precipita a una realidad violenta y desalmada que no tiene piedad con nosotros, los nostálgicos. Sí, el ayer susurra mi nombre con ésa dulzura con la que sólo ninfas desnudas saben seducirme, y cual débil Orfeo miro el rostro de mi amada, aún con la certeza de que ése sera mi fin, el nuestro, al menos hasta que el vacío venga a inundar mis pulmones en un próximo suspiro. 

Ójala pudiese simplemente presentarme a las puertas de su rutina y gritar que he venido a romperla, a acabar con ella, a tirarnos de cabeza a los charcos, a ir a leer al cine. Llegar y plantarme frente a ése temor que sé que tiene, hacerlo explotar en mil insignificantes pedazos tan solo con un beso, y rendirme a la gravedad feliz y cansado, jadeante, nervioso, como el niño que después de todo soy, ganándole una carrera a las imposibilidades. Paso largas noches jugando a imaginarlo, y guardo mi cuento en secreto, con celo, sin contárselo a nadie, para que no se esfume. 

Es extraña esta forma de mirar al futuro que tengo, buscando las cosas que perdí en cajones que nunca he abierto, pero tengo un problema y es que no puedo evitar sentir que algo quedó incompleto, sé que es estúpido pero soy realmente malo en superar las cosas por completo, siempre queda algún hilo suelto del que acabo tirando, y sin embargo, después de todo, tampoco puedo evitar sentirme afortunado.

Qué me vais a contar del amor a mí, que lo he encontrado y perdido tantas veces como miradas he abandonado en las nubes, como gotas se han estrellado contra mi cara, como lágrimas han ido a morir a tus comisuras. Qué me vais a contar del que aunque poco he aprendido en realidad, poco más necesito saber... De aquel que lleva clavando su espada en mí desde que tengo consciencia y casi he aprendido a amar el afilado tacto de su acero...

"Está claro que no seré capaz de salir de ésta habitación solo", me digo buscando constelaciones en el techo de mi cuarto de baño. Concluyo que mi historia necesita un deus ex machina, pero lo cierto es que mis héroes y heroínas mueren a diario en dramáticos gestos que disparan sin conciencia ni piedad: Una sonrisa truncada, una mirada esquiva, una conversación posible, una verdad secreta...


24 diciembre 2012

Cuenta atrás sin principio

En realidad prefiero imaginar que son fuegos artificiales y no pistolas, esos ruidos que oigo afuera,
dentro me conformo con el silencio,
peores guerras habremos librado, pienso,
mientras palpo éste cuello que pareciera caminar abrazo por su invisible soga hacia el borde del acantilado.

Voy a sentarme al borde a ver oír un viento que no me traiga los lamentos de siempre,
a odiar un poco el cuerpo, a compadecerme, a rendirme por un momento, a sentir pena,
antes de armarme de nuevo contra la angustia
con mi antifaz derretido y mi media sonrisa de cera.


23 diciembre 2012

Lava Lamp & Music #7 (Doing the wrong thing)

El universo ondea éste mundo como si de bandera blanca se tratase, motivado por lo hediondo de los ojos de dolor de la gente,
que se contraen en un amargo gesto de pasión y miran a sus hijos con sus cansadas miradas de padres,
ofreciendo la redención que de sobra se han ganado mas nunca tuvieron,
tosiendo el humo del mismísimo infierno mientras duermen,
y una nueva cana marca cada día como el último.

No somos más que eso,
piedra,
y cemento.

Pero después de todo, vuelvo,
una vez más,
a escalar este monte ya olvidado, para recordar,
recordar lo insoportablemente humana que es nuestra fragilidad,
tan leves
que ser es ser poco, en definitiva,
o mucho para algunos,
nada para el resto.

Al final, creo, marchamos a Alaska a lo Supertramp, a morir por dentro,
y suena lejos, pero el ocaso es cada día, y ya dejamos atrás los amaneceres,
quién sabe cuántos deseos se lanzan al aire cada noche, en cada suspiro,
apenas alcanzo a contar los míos,
a pesar de que cada día los repito cual oraciones, aneladas y silentes,
-Algún día -Me miento...

Algún dia...