"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

27 junio 2010

6:38

Querida, veo amanecer, y veo la luna todavía, 
mientras me afano en creer que el sol no merece palabras,
o que quizá son las palabras las que no lo merecen.

"Qué poeta me vuelvo cuando voy borracho", pienso, 
y ni siquiera los borrachos piensan...

26 junio 2010

Por si no te diste cuenta, decirte que

Decirte que, por si no te diste cuenta, ahora estamos lejos, y los susurros no llegan a oír nuestros pasos, ésos que siguen el eco de toda esencia de caricia que rebota en el recuerdo.

Ha habido días, y ha habido noches, y todo ese entramado de lo que fuimos o sigamos siendo aunque no veamos, 
aunque aún siendo verano el frío del alma de quien echa de menos agarrote mis manos, 
se ha quedado atrás en la estación de Santa Oportunidad, y el tren ha marchado, y quería decírtelo,
mi niña,
por si no te diste cuenta,
decirte que tengo miedo.

Miedo de la ausencia y de lo que ello conlleva, del peligro del "no estás aquí, y necesito un abrazo",
miedo del miedo, de calles rebosantes de algo, que
por si no te diste cuenta,
mancha, y no se quita, ni de la piel
ni de la boca.

Decirte que sigo sin entenderlo,
todo,
que de nada ha servido caminar por el filo de todas esas navajas, y todos esos labios,
y todos ellos susurrándome mentiras sin escrúpulos pero sin odio,
las suelas cortadas y los pies heridos,
quizá es un camino que tengo que hacer sólo,
ojalá vinieses conmigo.

Nunca mañana estuvo tan lejos, y en el fondo es lo mismo que todos los años,
que todos los días,
pintaré de nuevo de azul las paredes, sólo para recordarte y oír tu risa donde otros sólo oyen cristales,
sentir tu piel donde otros dicen "Dios mío", y tus labios en cada sueño de vagabundo.

Decirte que he llenado mis maletas con rastros de tus presencias, y como un ciego de mundo más me he tirado a ése pozo donde van a parar todos los ojalases, y todas las promesas,
para no perder los míos, para no perder la mía,
por si no te diste cuenta,
sólo estoy vivo, mientras me besas.

Decirte que he jugado yo sólo a hacer como que estás aquí, y aún estando despierto he soñado con tus murmullos de cama, con tus abrazos de sábana, y tus legañas de almohada, 
soñé que te decía "Pequeña, no te vistas,
mírate, tú presumiendo de formas,
y yo aquí pasando frío y hambre,
por favor, no seas injusta."

Por si no te diste cuenta, decirte que lo tienes contigo,
mi corazón,
y en tus manos está su destino,
en las mías sólo el vacío, y unas uñas sucias con las que ayer arañé segundos a tu tiempo.

Decirte que
puedo sonar posesivo, pero
por si no te diste cuenta, te quiero conmigo.

23 junio 2010

Ellos

Ya vivieron, y fueron felices y piensan
que todo es más bonito cada hora,
y que nada es más bonito que el ahora,
no se preguntan,
por piercings en la lengua de niñas que amamantan,
por excusas para no quedar y por demoras,
en días de sombra bajo la luz de las calles,
bajo el efecto de las copas,
y por encima de todo tipo de tiempos mejores.

Hace tiempo que cambiaron las iglesias por los bares,
y aprendieron,
que los perdones son mortales, y que es bueno ser sincero,
y no dejarse las uñas en los adoquines,
de cuartos de baño de un piso primero,
por mentiras sin nombre,
que fueron promesas mientras lo fueron.

Han probado todo tipo de salivas,
y toda clase de piropos,
y han llorado en enero,
y reído en agosto,
intercalado haches,
acentuado melodías,
emborrachado ausencias,
y tirado futuros
a la basura.

No les importa lo que puedas pensar,
no sabes nada,
ni has vivido a su lado,
ni has bebido su pelo,
ni has dormido en su pecho,
jugado en su vientre
y llorado en su hombro,
no por ser menos hombre,
pero si por haberte creido vencido,
como todos, en algún momento, nos hemos sentido.

Y han llorado,
han comido tanto que no han podido,
y han creído morirse de asco
y meado de risa,
creyeron poder tocar el cielo, y lo han tocado,
y ahora son capaces de mirar al horizonte,
donde el sol se esconde,
donde la tierra y el cielo juegan a perderse para no encontrarse,
y sentir que todo aquello es suyo,
y es algo que nadie podrá arrebatarles.

Ellos son más
que todos nosotros juntos,
ellos lo son.

22 junio 2010

¿Por qué matan ellas? (Shinoflow)


"Los hombres matan por dinero, por envidia, por poder, por venganza. Pero... ¿Por qué matan las mujeres?



Algunos hombres poderosos temen por sus vidas, tal vez pensando que alguien pretende arrebatárselas, pero ningún pobre diablo piensa que su vida valga tanto como para que alguien pueda cometer un crimen por él.




El político se despide de su seguridad en la puerta de casa, se pone el pijama y se acuesta abrazado a su mujer. Ella le dice que le ama y eso es tranquilizador, le hace dormir feliz y olvidar cualquier miedo.


Lo que no sabe es que realmente su mujer le ama muchísimo y vive temiendo que él jamás la ame de esa extraordinaria manera.




Teme que se enamore de otra más joven, que cualquier chica se deje embelesar por sus discursos y acabe prendida. No quiere compartir su carisma, su energía, ni una sola palabra mas pronunciada por la boca de su amado. La mujer no le mata por dinero, ni por envidia, ni por poder. Le mata por amor.

La policía descubre al presidente muerto, flotando en su colchón de agua. Y en el fondo es una muerte preciosa."
~Shinoflow

Muertos de frío (Shinoflow)





"Ahí yacen sus pies, muertos de frío. Muertos hasta que revivan en manos de los pies calientes de una chica valiente.





Seguramente yo no soy tan listo, ni tan guapo, ni tan buena persona como le gustaría que fuera a esa chica con la que llevo varias noches soñando.







Por eso a la hora de despertarnos, yo abro los ojos en mi cama y ella los abre en cualquier otro lugar que yo desconozco, en el que seguramente tampoco es mucho más feliz.







Ya os avisé, idiotas, no somos todos tan imprescindibles. Podemos acabar solos, pero yo no puedo acabar esto sólo."


~Shinoflow

21 junio 2010

Secar almohadas

Sé que mueres por dentro cada vez que alguien se lava de culpa con tus palabras, como si los juegos de antaño ya no valiesen nada,
no importan, y perdemos todas las partidas por culpa de nuestro insistir en echarnos de menos,
como si nunca fuéramos a volver a vernos,
como si hubiéramos olvidado esos roces, y esas miradas.

Vuelvo a decirte una vez más, desde ésta mi cárcel de esposas sin llave, que volverá a soplar el aire, y volveremos a recorrer atardeceres, en busca de noches para visitar a nuestra estrella.

Que nadie recortará la nostalgia con tijeras de plata, pero ahí estaremos nosotros,
y para cada uno el otro, para besarnos mejillas y arañar espaldas, el día que llegue mañana por la mañana,
y seamos capaces de reírnos de ayer.

Desde que sé que somos, hago listas interminables de momentos que querría vivir contigo, hago carambolas con mis miedos en la papelera,
en la calle,
y creo haber soñado contigo cuando despierto y no me acuerdo de nada,
entonces tú me hablas y tus palabras se llevan los pañuelos empapados en lágrimas,
con los que la noche anterior sequé mi almohada.

He estado dándole vueltas, ¿Sabes?
no sé por qué cojones soy adicto a tu presencia,
pero no pienso darle la espalda,
aunque cause en mí dependencia,
y sé que si un día se me secan los labios,
serán los tuyos los que los humedezcan.

19 junio 2010

Quería regalarte algo


No ha pasado mucho rato desde que Pablo llegó a su destino, ése lugar, punto de referencia que todos los habitantes de la ciudad conocen. Estaba lloviendo, así que se cobijó bajo el inmenso reloj que orientaba ésa plaza. Es sorprendente la falta de originalidad de algunos, y la increíble empatía de otros cuando se lanza la famosa invitación: "Quedemos bajo el reloj", y eso es algo de lo que tanto él como Irene son conscientes, y aún así, como a dos inocentes peregrinos, algo que apenas les importa.
Llegaba tarde, como de costumbre, qué distraído, veinte minutos tarde. Estaba calado hasta los huesos, había venido corriendo y seguramente por culpa de las prisas el gorro no se mantuvo en su lugar. Se le veía cansado, las gotas de sudor se mezclaban con las de lluvia, sus ojos dirigían una mirada que pedía auxilio y comprensión a los de la muchacha, los cuales no tardaron en decirle "Anda ven, idiota", e inundar su cara en una sonrisa.
Él llevaba todo el camino pensando en su disculpa, en cómo podía pedirle perdón a su chica, no sólo por ésta metedura de pata, sino por las muchas otras que se iban acumulando con los días. Parecía que ella fuese a decir algo, y seguramente Pablo creyese que se iba a tratar del esperado reproche, pero lo que el no sabía es que todo eso en realidad a Irene no le causa otra cosa que gracia, y ternura. Aún así, la calló con un suave gesto y comenzó a recitar su discurso, entre jadeos y tiritonas:
-Perdona, no calculé bien la hora, la calle es fría y yo soy muy lento, no quería, de verdad, estaba cansado, y me quedé dormido, mi despertador sonó y sonó y en mi sueño no lo he oído. Como disculpa quería regalarte algo, algo que es todo y a la vez lo único que un pobre mendigo de corazones como yo podría regalarte en éste instante, algo que no ha desaparecido, por más que cueste encontrarlo. El tesoro de los sinceros, el mayor premio a la belleza y lo más anhelado en el mundo. Algo que es más antiguo de lo que imaginas, y que vivirá más tiempo del que serás consciente, algo que estaba ahí cuando en la tierra apenas había personas, y lo salvaje arropaba el mundo en sábanas de verde y selva. Pasó de unas personas a otras, y ha protagonizado todos los viajes del mundo, algo por lo que fueron construidas pirámides y templos, algo que ha sido capaz de domar a reyes y emperadores, de volver a los cuerdos locos y a los locos hombres felices, algo que estuvo presente en guerras y batallas, que ha sido manchado de sangre, y nunca fue en vano, algo que se transmitió entre el miedo de quienes se ocultaban en una tierra que no era la suya, que huyó y cruzó mares y cordilleras, que a su paso ha sembrado llantos, sonrisas y recuerdos. Quiero regalarte uno de los mayores motores de la vida, algo que descubrió nuevos mundos, y los seguirá descubriendo, que da fuerza al más cobarde y reblandece al más valiente. Algo que todos poseemos, y que todos soñamos con regalar.
Ella le miró divertida y sorprendida al mismo tiempo. Él sonrió, y continuó:
-Mi regalo viene desde muy lejos, tanto en el espacio como en el tiempo, y ha asistido a nacimientos y funerales, ha sido dado sin nada a cambio muchas veces, y muchas otras el gesto fue respondido, ha serpenteado entre familias nobles, escondido por miedo, y al ser descubierto fue expulsado, desterrado al resto del mundo, donde estuvo a punto de perderse. Fue transmitido de unas personas a otras, y ha recorrido países de mil formas distintas. Fue repudiado muchas veces, y fue motivo de muchos asesinatos. Por diversas casualidades, destinos y vueltas de hoja, mis abuelos lo encontraron en algún lugar de nuestra tierra, y lo conservaron durante mucho tiempo, aún sobrevinieran guerras y crisis, discusiones, peleas, azotes, y noches ahogadas en lágrimas. No duramos para siempre, por éso tarde o temprano lo perdieron, casi en el mismo lugar donde mis padres, muchos años atrás lo habían, en secreto, encontrado. Lo atesoraron durante años, y su fuerza les ayudo a conservarlo mientras rompían relojes y perdían segundos. Ellos aún lo poseen, aunque haga tiempo que yo ya lo haya encontrado, a mi modo. Cuando lo hice me sentí fuerte, y creí haber hallado aquello que, pienso, llevaba buscando desde que poseo recuerdos. Con el tiempo asumí ése legado y protegí mi regalo, y como soy torpe, lo he dejado olvidado muchas veces, y otras personas han tenido que venir a devolvérmelo, también ha sido codiciado por gente que, al contrario que tú, no se lo merecía. Una vez me lo robaron, y creí que no lo recuperaría, pero tú apareciste y me ayudaste, y ahora yo quiero agradecértelo, quiero darte ésto, que significa mucho más de lo que ninguno de los dos pensamos.
Irene no daba crédito, y siendo como es ella, su reacción fue tender la mano, intrigada por el misterioso regalo. Pablo masticó dos o tres carcajadas, ignoró su mano, y la besó.

Sueños (Shinoflow)


"¿Qué ocurre cuando una persona te cuenta que ha soñado contigo, el mismo día que tú has soñado con ella? Quizás no deba considerarse un sueño, porque ha existido más allá de los límites de nuestra cabeza, ha casi rozado la realidad desdibujándose un poco antes de que abrieramos los ojos...
No sé, a veces no me atrevo a decirle a alguien que he soñado con él o ella, pero quizá se esté callando lo mismo, y haya sido el travieso Comité de los Sueños Siameses el que en el momento de perder la noción de la razón, y a través de un estudio molecular de nuestros deseos, ha sintonizado, a la vez, un mismo sueño, para dos personas que tímidamente sueñan, lo que no se atreven a confesar..."
~Shinoflow

Anónimo (Shinoflow)


"Anónimo...
Tenía tantas cosas que decirte que me olvidé firmar en la carta. Aún así mi letra me delata, mi voz, mi sintaxis, mi ortografía... Todo esta barnizado de algo que aunque sea mínimo, es particularmente mío, y eso me hace perder la posibilidad de ser anónimo. ¿Qué te diría con otra cara y con otra voz? El anónimo no conoce el miedo ni el pudor, es invencible...

Aunque pueda carecer de confianza, a veces he pensado en mostrarme anónimo ante ti, para poder atarte sin todos esos juicios que arrastras, con todo lo que está firmado con mi nombre. Como empezar desde cero, desconocerme para que realmente me conozcas después, y eso creo, que muchas personas nunca me podrán llegar a conocer, si no me desconocen primero, nunca..."

~Shinoflow

16 junio 2010

Buen viaje

"...hay cuando no tengo nada y puedo con todo, y hay cuando no puedo con nada, y además no lo quiero..."
~Silvi-Orión

Todo esto es un lío, te lo aseguro, la vida,
cada día gira más deprisa y no hay manera,
no hay forma
de parar el tiempo, por más que quieras,
por más que mañanas sean días en peceras,
en charcos de gente, de ombligos,
de abrigos, magos, 
y de chisteras.

Habrá días en los que salir de la cama sea el mayor desafío,
habrá insultos todas las semanas, lágrimas los domingos,
y habrá puertas cerradas, y llaves en lo alto de escaleras,
habrá cruces y gente a la que verás todos los días, 
y gente a la que perderás, amores falsos, y soledad
como primera compañía.

Habrá veces en las que hasta vomitar te cueste, que te venza la vida,
veces que, maldita sea, no puedas con tanta mierda, habrá broncas,
habrá peleas, habrá tirones, y gritos, y desganas, y un nuevo día será una nueva
mierda,
y te darás cuenta de que drogado puedes hacer de todo, 
sólo que sientes que no vale la pena,
que no merece el esfuerzo pues, total siempre habrá cadenas,
y siempre habrá barrotes, y siempre habrá sirenas.

Habrá veces que ni te atrevas
a salir ahí fuera,
pero no temas, el invierno
siempre trae consigo regalos, algún beso,
pájaros que no regresan.

Sí, habrá risas, y también nuevos placeres,
y movidas, 
y grandes bromas, jodidas recaídas,
noches enteras, y días rotos en pedazos,
y habrá alegrías, y te llevarás a alguien a la cama
la mayoría de los días, y disfrutarás, joder,
al final no querrás irte, te encantará esa vida.

Aprenderás a caerte en cada vuelta de hoja,
a correr sin parar delante del tren, 
a ponerte un vaso de agua siempre en la mesita antes de dormir,
aprenderás que dormir junto a alguien es adictivo, 
aprenderás que hay limites, y
aprenderás a romperlos,
a salirte del camino por un momento, a tomarte un descanso, 
a tomarte un vino,
dios, vivirás, amiga mía, más de lo que te imaginas,
y habrá días, 
en que te acuerdes de mí, de lo que te decía,
envueltos en sábanas verdes, mordiscos de orejas,
y tocarás la guitarra sabiendo 
que alguien robó tu melodía.

Habrá viajes, muchos, y te perderás muchos días,
y no confiarás en nadie, y habrá a quien se lo confíes todo,
mi niña,
y habrá quien se vaya y se lleve tu sonrisa,
lágrimas que no salgan por más que entierres la cara entre tus rodillas,
habrá quien te hará cosquillas y quien te diga "¿Qué has hecho hoy?",
y tú le dirás que ya no importan los días,
ni los diarios, 
ni las palabras sin sentido, 
ya no dicen nada.

Habrá preguntas, demasiadas, y deudas,
y entenderás que a veces hay que ser egoísta,
que de egoísmo se muere el mundo, que no hay salida,
y que aquí o esquivas los golpes,
o te rompen las costillas.

Si tienes suerte encontrarás hombros para tus lágrimas, 
entenderás el idioma de los abrazos, y si tienes suerte, repetirás en caricias,
aprobarás en piropos, y sacarás matrícula en insomnios,
y como media obtendrás maletas, promesas,
y despedidas.

Será entonces cuando vivas mi vida y sientas,
que miras el mundo desde la cima de la belleza,
y yo te diré "Qué me vas a contar, te entiendo,
venía aquí a observar cómo te quitabas la ropa,
y cómo te llevabas mis fuegos..."

14 junio 2010

Si tú lo vieras

Oh vieja, si pudieras verlo,
ahora la gente es verde o negra, estamos sufriendo,
hay cosas que no te imaginarías, y es distinto
el viento,
y los besos se dan de otra forma, vieja,
lo que te estás perdiendo.

Ahora nos movemos más rapido, vieja,
y pensamos más lento,
y créeme si te digo, vieja, que aún nos abrazamos,
y nos comprendemos,
éso no lo hemos perdido, en serio,
oh vieja, si tú lo vieras.

Las estrellas no poseen el brillo de antaño, pero la misma magia,
hay barrotes de corbatas, celdas de papel, y la comida tiene hierro, vieja,
y nos conocemos todos, y cualquiera es cualquiera,
y vieja, ya no es como ántes,
oh vieja, si tu lo vieras,
llorarías, te daría pena,
llenarías océanos, romperías fronteras,
vieja,
echo de menos a mis soldados, y mis trincheras.

Las colinas ya no son campos de juego, y el humo no sólo es de cigarro,
y aún hay chispas de amor, vieja,
aunque no me creas,
aunque te empeñes en decir que éste es un mundo de mierda,
no estamos tan podridos, no todo es tan bizarro,
que nuestros pies cada vez se clavan más en la tierra, si,
pero ahora los pasos ya han hecho camino.

Mira vieja, la gente todavía ríe, aunque el sol ya no brille, y los amaneceres sepan a química,
aunque la comida ya no alimente y el aire sea lo que nos intoxica,
aunque el pastel esté frío, y la bebida no esté tan rica,
aunque todo sea gris, nuestras palabras todavía laten,
y éso, vieja,
es lo más importante.

10 junio 2010

Los tequieros perdidos

El primer tequiero fué a morir a algún lugar del sureste de Salamanca, entre jardines y atardeceres, murió en mi garganta, y créeme que ése sabor no se olvida. No llegué a pronunciarlo pero estuvo ahí, y creo que aunque lo niegue, llegó a sentirlo. Ahí, en la cumbre de las confesiones, nido de cuadernos amarillos, y de libretas rojas, empapados en otoño, y en primeros abrazos, fueron a morir las palabras que nunca dije, y ésa noche, en otro lugar, le pusimos nombre a una estrella.

El segundo tequiero se lo regalé sobre mi cama, navegando sobre olas de sentimientos que mecieron mi barca, me distrajeron, y desde entonces amo el mar. Nunca lo había dicho tan en serio, y nunca antes había sido ignorado de ésa manera. Ella estaba dormida, para mi sorpresa. Siempre me dice que tengo un efecto somnífero sobre ella, y también me dice que sólo es capaz de dormir si se siente cómoda, relacionen. Rebotó varias veces contra las paredes de la habitación que habité allá por Septiembre, y se fundió con el silencio, y poco después, ella cayó de la cama, sirviendo eso de recordatorio de que nos esperaba una larga noche de fiesta.

He probado a decírselo de mil maneras para que cada día me aceptase de una forma distinta, ahogando recuerdos en bares, entre susurros, con la mirada, paseos, caricias, y guiños. He recorrido mil senderos antes y aún así en el suyo me pierdo, y sé que me debe presencias y yo le debo disculpas, que debería tocar más su canción y dejar de soñar con tiempos mejores. La he perseguido por espirales de escalones, para poder besarla en cualquier rellano, y también la he llamado idiota tantas veces que un día terminará por creérselo, y yo me río, me río porque su risa es de ésas que vuelan surcando bocas, y mostrando dientes.

Iba impreso entre las líneas de la primera carta que le escribí, el tercer tequiero, quise que fuese único y hasta yo me deshice de ése texto, para no volver a verlo y cambiarlo, para que la magia durase para siempre. Qué torpe, ella no leyó el tequiero, aunque leyó la carta, y dos minutos más tarde sostuve su llanto contra mi hombro, y sonreí. Quizá tuve yo la culpa y lo cubrí demasiado de tinta, tornándolo discreto, pasando desapercibido. Me rompí tres cuerdas ése día, tras un nuevo intento fallido.

El cuarto tequiero se lo dí mezclado con saliva, bajo el marco de la puerta. No fue premeditado, lo juro, sólo me dejé llevar por el impulso, me dejé llevar por ella, y ella se me llevó. Se apartó de mí sorprendida, y entendí que no había encontrado el tequiero, sólo veía un beso. A qué viene tanta sorpresa, me pregunté, si en el fondo no es la primera vez que lo hago, y tampoco será la última. A falta de reacción, me dio un consejo, y desapareció tras un adiós.

Y mira que hemos tenido tiempo, par de diablos. Que he perdido la cuenta de los besos que regalé a tu cuello, y sin embargo sé perfectamente el título del primer recuerdo en el que apareciste. Tú que has sido testigo de mis sueños, y el mayor obstáculo para las pesadillas. Tú, de quien he estudiado todas las siluetas desde todos los ángulos, que me se de memoria tus pliegues y tus cosquillas. No me preguntes por qué te acaricio tanto, tesoro, creo que es algo evidente.

Uno más le regalé en su habitación, un domingo por la noche, mientras eramos perseguidos por nuestras vidas, y nuestras carreras nos alejaban las metas, y las recompensas, y aún tras haber pactado no desearnos, aún tras borrarnos por enésima vez de nuestros objetivos, aún habiéndome abierto los ojos y cerrado su corazón, lancé esa piedra contra su ventana, el quinto tequiero, cuya respuesta no fue más que un suspiro ahogado en pena.

Un último tequiero gestado en nostalgia, forjado en corazones dibujados por dedos desesperados en el espejo empañado del baño, sin fuerzas, sin búsqueda, como un último estertor, fue lo que le regalé en nuestra última noche, desnudos y arropados por nuestros brazos, nuestras piernas, formando un nudo humano imposible de desatar. "Y me lo dices ahora", respondiste. "Ya te lo había dicho antes, es sólo... que no me escuchaste."

_____


Ahora, sentados en el mismo lugar pero en distintos momentos, observando cómo las vidas se van en los coches, y cómo las nubes nos riegan de sombra, yo te digo:

-Te quiero...

El viento sopla anunciando la proximidad de la noche. Silencio.

-¿Y bien? ¿Lo has sentido? -Pregunté. Tú agachaste la mirada exhalaste tristezas y dijiste:
-No.

08 junio 2010

Caballos y canas

No era posible hacerlo sin sufrimiento, ya me conoces, y conoces todas esas poesías tatuadas,
todas esas melodías
y toda pregunta que podría hacerte,
cuando cada melodía suena a suspiro de viento,
y cada boca de botellín me sabe a tus labios,
tenía que hacerlo, el día más soleado de Junio,
cuando más calor hacía,
y creías que estaba loco, que no lo conseguiría,
y ese día
parí, ciento quince páginas de melancolía.

Qué cómo se siente uno sobre su primer libro, yo lo definiría
como un suspiro de alivio con vaho, en una mañana fría,
como una sonrisa cruzando la carretera,
como la comodidad incrustada del vómito,
como cuando me besaba, y mientras, amanecía.

Como tatuar tu asco sobre la tierra, sobre su piel,
poniendo tu nudo en la historia.

Es como susurrar las cosas para uno mismo, de ésa intimidad hablo.

Me doy la bienvenida al mundo,
en el que nunca hubo sequía,
nunca se anegó ningún campo,
una utopía,
donde hasta el detalle más real, se confunde
con la fantasía.

07 junio 2010

Testimonios grotescos (Por Korver y Mur)


Ésta mañana tiré a través de mi ventana una moneda de 5 centavos que días atrás había encontrado incrustada en algún pliegue almidonado de cualquier pantalón, posiblemente ajeno. Oí el metálico a la par que leve sonido de la pieza rebotando varias veces contra el pavimento, antes de desaparecer por completo de su existencia en mi memoria.
Ésta noche, al llegar a mi habitación tras un día de callejeos bajo el sol de verano, con unos piratas de flores y una camiseta negra, desplomé mi alivio vomitando incomodidades sobre mi cama, y ahí fuera oí una voz alegre que gritaba: ¡Me he encontrado una moneda! El sonido de la voz del anciano se apagaba a medida que sus pasos se alejaban, y fue entonces cuando fui consciente de que es verdad que lo que unos desprecian, otros anhelan.
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Un bonito apacible y soleado día, sobre las 5, en un gigantesco balcón.Transcurría la tarde con mis colegas,comiendo un helado de tarrina. En ese momento el gracioso de mi pandilla asustó a una pobre chica la cual nos venia a proporcionar otra de esas tarrinas. Con la suerte de vivir en un 5º piso, pudimos ver la caída del precioso manjar sobre una mujer bastante bien arreglada y con buen porte. “¡Que escena más cómica!” pensé. El helado congeló sus aires de elegancia. Mis colegas y yo nos reímos hasta extasiarnos. Así ha transcurrido otro día de mi vida. Hasta aquí todo mas o menos normal. ¡Lo peor de ese día fue que al llegar a casa a las 12, estaba vacía, como con un frió que arrugaba la piel! De repente después de varios minutos de tensión sonó el timbre. Mi madre llevaba un parche en el ojo. Me acerque y la susurré: “Y ese disfraz, mamá, que no es Hallowen”. A lo que ella respondió: “Hijo, he perdido el ojo”. Mi hermana de cinco años asustada, preguntó: “¿Dónde lo has dejado mami? Ella replicó: “En el hospital con un helado y una cucharilla.”
No es una historia que pase todos los días pero es cierto eso que dicen que todo es divertido hasta que alguien pierde un ojo.
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Y es como floto. Castillos de humo con columnas de piedra. Calada-calada-calada (Alusión a la repetición de la misma acción.) Y el humo se va, va, va (Alusión a la progresiva distanciación del hecho). Busco agua barata, por culpa de sed. Y los demás se ríen-ríen (Una risa más bien larga). Yo, incomocama, dolorespalda, cuello (Cohesión de las palabras por ahorro de tiempo). Y las prisas, no me sientan bien. Qué calor. La calle de fondo. El pasillo es desconocido, pásame el porro, para iluminar la estancia. (Ciego intento de crear poesía). Calada-calada-calada. Y un rato en blanco, la guitarra tiene tres capas (Entiéndase guitarra como su sonido). Se le repiten las palabras en voz baja (Vuelva a entenderse palabras como sonido de la guitarra). ¿Y por qué guitarra? ¿Y por qué calada? Mátalo, rata, así no hará más daño al mundo. Y la rata va y lo mata
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Podría contaros mil historias de mil personajes ficticios y engañaros. Siempre me han dicho que esa en mi mejor virtud: O eso decía siempre mi mujer...
Pero hoy por solo cinco monedas de plata le contare como fue mi historia.
Nací en Siberia hace ya 85 años . Quiero redimirme por mis pecados para poder morir en paz.
Las 5 monedas simplemente son para pagar las jarras de whisky que vamos a necesitar.

Mi nacimiento dicen que no fue como el de los demás, brujas hechiceros y tribus que siguen con esas creencias dicen que la diosa lobo mordió a mi madre y por eso soy tan especial .Sin embargo los científicos han demostrado que ese día se cumplió lo que se denomina aurora boreal un fenómeno tan normal como otro en el siglo XXI que es en el que me encuentro. La Verdad es que , lo único que recuerdo, Es que cada vez que muero. Me convierto en otra persona en otro siglo. Pero veo ,derrumbarse y alzarse imperios con la misma facilidad que un caracol se arrastra sobre la tierra. Mi conclusión :
Yo que he sido hombre de las cavernas.
He hablado con Sócrates con Platón. 
Fui comandante de Alejandro Magno.
Acaudille a las tropas romanas. 
Fui emisario de Occidente.
Viaje a China, Indonesia y todo el mundo conocido.
Solo Armstrong me gano en pisar la luna y en ganar el Tour ¡Como odio a ese tío! 
Me asqueé de toda civilización, marche con la mujer de vida al polo norte.
Regrese cuando ella murió y mentiría si digo que no fue una herida que hoy no he podido curar después de 114 años.

No se cuantos años tengo, cuantos años de vida me quedan, tan sólo estoy aborrecido de ver como cae y vuelve alzarse cada vez una nueva existencia.
-Seguimos en esta noche mi joven peregrino, ¿Qué le ha parecido mi historia?. 
-No sé, no me la he creído mucho, y ademas, ¿Por qué pecado he de perdonale noble anciano?
-Hijo el de haber sido esquizofrénico toda mi vida.

Esta bonita historia me paso sin salir de una habitación 2x2 con el paciente 9987B del hospital psiquiátrico de la paz.
Por cierto me planteo muchas veces lo mismo: Hay realidades más bonitas y tan diferentes y tan iguales a la nuestra... Sólo la imaginación pone fronteras entre un papel en blanco un genio literario y la esquizofrenia.

01 junio 2010

La chica de la habitación de al lado


"Mire a donde mire, solo veo mujeres luchando.
[...]
Y ellas mientras, sosteniendo los remos, siguen sin odiar las galeras, y reman."
~Escandar Algeet




La chica de la habitación de al lado hace su vida en su margen, y piensa que nadie piensa en ella, yo con ésto le demuestro que se equivoca.

Mas de una tarde está despierta, éso seguro. Pero pocas veces la veras salir al pasillo, a excepción de aquellas en las que explora la casa en busca del baño, de la cocina, para echar un trago, o para ahogar su soledad en un tazón cereales. Ya saben, ésas necesidades primarias.

Nos conocimos de casualidad, ella y yo siempre podríamos haber sido cualquier otra persona, pero sucedió así, y ahora conviven dos personas contrarias, que más que repelerse se complementan, aunque siguen sin atraerse. Las leyes de la física a veces quiebran las alas de mis escritos, y apenas les dejan volar.

A veces nos cruzamos a la altura de la puerta del baño, y más de tres palabras sí que hemos cruzado, también notas musicales. Comer comemos juntos varias veces a la semana, pero más por obligación y por convivencia, que por de verdad querer hacerlo. Hemos charlado de nuestras vidas y eso, la podría considerar amiga, y sí, la conozco, pero no nos conocemos tanto.

Ella piensa que soy idiota, o algo por el estilo, ya que siempre quedo mudo ante sus palabras, y sólo respondo con gestículos y monosílabos, retrácticos y retrógrados que me restan créditos ante su vista, y por eso a su lado resulto incluso enfermo, triste e impedido (mentalmente hablando). Cree que soy estúpido porque a su lado me siento mascota, tiene control total sobre mi ser, y yo ya saben, tengo ésa facilidad para dejarme llevar por la corriente que generan sus palabras, para dejarme mecer sobre las olas de sus mares.

Incluso me la encuentro al salir de la ducha, envuelto en una toalla y mojado, hediendo a champú y a producto químico, a jabón, y a veces, a su suavizante. La noto enrojecerse lentamente mientras las palabras se tropiezan con sus dientes y caen al suelo, como borrachas. Se apresura y yo me río, y creo que a lo mejor le gusto y también creo que es mentira.

Ésta mañana al salir de mi habitación choqué con ella. Llevaba una taza de café entre sus manos, ahora lleva una taza sin café, y unos calcetines mojados. Viva yo y mi torpeza, mi falta de juicio, y mi egoísmo. Tan sólo pude articular un "Lo siento", antes de que ella marchase, haciendo como si no hubiese pasado nada, con ésa sonrisa estúpida de convenciones sociales a las que se siente encadenada. "Inútil", me dije, y cerré mi puerta.

Parece que a pesar de mis cagadas sigue pretendiendo hablar conmigo, como perdonándome que le deje tan clarísimo que no quiero nada de ella, malentendidos, como yo los suelo llamar. A mi éso me gusta, pero he de decir que no la quiero, y que no haré nada por ir en su busca. Si, todos esos momentos que la alejaron de mí no fueron intencionados, pero son también una ayuda, así lo prefiero.

Aún y todo es agradable oírla tocar el clarinete, a la entrada del piso, donde su perfume se mezcla con el de la calle, y ése ya es su territorio, ahí ya no hay vuelta atrás, te dirijas hacia donde te dirijas te dirigirás hacia ella. Es agradable ver su sonrisa tres veces cada dos días. Incluso es agradable su voz en la ducha, que parece ignorar todas las paredes y todas las barreras, y me sume en el más placentero sueño que nadie pueda tener sobre la tierra.

Yo sé que está triste, y por ello me siento en la bondad de recompensar su entereza. Por eso le escribo éste texto, cargado de puntos de vista donde posar sus miedos, para que pueda verse desde donde yo la veo, y pueda mirarse, como yo la miro.