"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

26 diciembre 2013

Auto I

Nunca me sienta demasiado bien asomarme al ghetto de almas en el que me crié, quizá por ser un pequeño universo a parte cuyo lenguaje y costumbres jamás entendí, o quizá tenga que ver mucho todo aquel injusto acoso de instituto. Sin entrar en detalles, podríamos decir que éste lugar se ganó a pulso el título de mi pequeño jardín de las pesadillas, y aunque con los años y la perspectiva uno ha aprendido a perder la mayor parte del miedo, ninguna herida (y menos su fue forjada desde la infancia) se cierra del todo, e inconscientemente, con cada intromisión en estas tierras mi mente construye toda una fortaleza y si viste con la más fuerte de las armaduras, preparándose para recibir toda esa andanada de hostilidad. Es posible que mi cerebro haya levantado un esquivo muro de distancia entre ésa gente y yo, bloqueando mi voz y movimientos, minando mi coraje, todo por un miedo infantil a los monstruos —ésta vez reales— que acechan en las calles de esta recóndita población, y por eso, acarreando todas esas inseguridades, mis movimientos se tornan torpes, mis palabras débiles, mis pensamientos y mis reflejos lentos, nada más pisar estos suelos.

En lo que no puedo evitar pensar es en la irónica gracia que tiene el hecho de que sean éstos mismos defectos psicosomáticos los que provocan tales reacciones en los individuos a los que aquí enfrento. Es bien sabido que en los pequeños núcleos de población los círculos sociales tienden a ser de un carácter más territorial, hostil, intransigente y obtuso, y de forma instintiva —como si de memoria genética se tratase— atacan sin piedad a aquellos individuos más débiles, tomándolo como objeto de burla y saco de arena, quizá para reafirmar una supuesta posición dominante, o quizá por bruta ignorancia animal. Es por esto que, posiblemente, esa forma psicológica de defensa que mi mente se ha esforzado tanto en desarrollar sea precisamente lo que me convierta en un cebo para toda esa agresividad, creando así un bucle de acoso e introversión consecuente que genera más acoso, un círculo vicioso que únicamente podría romperse en el momento que me librase de las pesadas cadenas del pasado, y demostrase públicamente el ingenio y la desenvoltura que en verdad poseo.

De todos modos, hablando de esto último, he de decir que todo el ying que significaron mi infancia y pre-adolescencia, toda aquella destrucción del ego y aniquilación de la autoestima fue lo que impulsó mi necesidad de huida, lo que alentó mi éxodo, siendo así este pequeño infierno el precursor a la par que artífice de todo el yang posterior, el cual me ofreció la posibilidad de empezar, literalmente, una nueva vida libre de prejuicios y llena de oportunidades, otorgándome así los mejores años de mi vida en algún tipo de compensación kármica. Por todo esto no guardo en absoluto rencor a aquellos que pretendieron martirizarme, y sepan que, a pesar de que aún puedo percibir la sorna en los comentarios, las miradas indiscretas, la tenue agresividad y la irónica condescendencia, jamás tendré para ellos otra cosa que no sea una sonrisa.

03 octubre 2013

M Tlla zul

Estaba sentado en un banco de tela y espuma, en el borde de un abismo cualquiera,
observando la ciudad de las oportunidades y las estrellas, y ella estaba a mi lado. 

Su sonrisa, como un rayo que atraviesa la tormenta, se fulminó entera en mi mente, 
grabó en mi recuerdo un instante, aquel día, en aquel balcón.

Amé sobre todas las cosas aquellos juegos de los que me hizo rehén, 
amé increíblemente la inseguridad que me ofrecía, sus dudas y mis deudas,
la amé tanto...

Aún recuerdo el momento justo en que su rostro se moldeó en mis retinas, 
en que su aroma atravesó mi alma como un ejército solemne,
en que compartimos una catástrofe de sentimientos poniéndole nombres a las estrellas.

Si escribo esto hoy es porque sólo una canción lograría batearme tan atrás,
porque te hiciste un sitio entre toda esta música, y ésta ha vuelto a recordarme que estuviste ahí.

Si te soy sincero, llevo descamándome poco a poco desde poco después de aquello,
lo he perdido todo ya varias veces, hasta la poesía, 
aún me visita a veces pero
no te asustes si te digo que todos los colores que creo percibir se quedaron en aquellos días,
ni si te confieso que guardo como tesoros unos pocas bromas en papeles clavados a un tablón.

No llegarás a entenderlo, pero hay una lágrima a punto de cometer suicidio en mi párpado izquierdo,
y en esa cristalina superficie aun veo reflejados tus ojos mintiéndome ese amor de una forma tan piadosa, tan tierna,
eramos niños,
o quizá el niño era yo, y es por eso que me vengo derrumbando en tonterías y borracheras,
como una pataleta que no pasará,
una espinita,
nimia y ridicula,
pero no menos importante.

"Tu guitarra,
suena tan dulce y clara,
pero no estas ahí realmente,
es solo la radio..."

30 agosto 2013

Vencidos por nada

Me rindo.

Me olvidé los dedos ágiles en el armario de otro corazón,
por eso perdonad si erro en las divagaciones.

La nada, antes pocas veces me había enfrentado a ella,
no era más que un mal sueño, una risa entre colegas,
hoy llamó a mi puerta y me escupió sus puñaladas,
se hizo ver tan invencible como vana,
el arma más poderosa de lo absurdo,
la nada.

Nos está ganando en un pulso de ignorancia,
destruye los cimientos de lo bello a carcajadas,
la impotencia que siento es tan inmensa, 
cuando nada, maldita,
se carga el amor que ladrillo a ladrillo hemos construido para nosotros.

No ha habido engaño alguno que protagonizase la catástrofe,
no ha habido augurio de duda,
ni palabra mal dicha,
ni desconfianzas,
ni pobrezas,
ni siquiera un madito error fue cometido, y sin embargo, qué gracia,
a falta de motivos,
nada
se encargo de destruir éste pequeño proyecto,
que no era sino un destino
contigo.

Es como luchar contra el aire,
lo siento tan inevitable,
que lo único que queda en pie de mi es el orgullo,
pues la razón asumió el fin hace tiempo,
el corazón lleva un mes y medio intentando recomponer sus pedazos,
y la venganza que se me fragua por dentro,
no será vertida nunca sobre los ojos del culpable,
pues este no es ni más ni menos
que nada.

Como la ultima brazada de alguien que se ahoga,
dejo escapar dos burbujas de mis labios,
y si te dignas a acercar la oreja a la superficie de éste océano de tristeza,
cuando emerjan podrás oír a mis dos últimos latidos susurrar
me rindo.

18 agosto 2013

Jeroglíficos

Esta noche me he devanado en poesías incompletas nueve veces,
he roto unas treinta epifanías con ayuda de una sola botella,
me he puesto una docena de seguridades diferentes,
y se me ha acabado el gas del mechero, 
indudable presagio.

Ella baila sobre todas esas sensaciones que cree que la atosigan,
juega con ellas, que no a la inversa, lo veo en sus ojos, 
cuando los veo.

Me cuenta sus inseguridades poco a poco,
a cada mucho,
y decide dejarme tantas veces al día como, en un silencio que ni ella advierte 
me echa de menos.

Quiero pensarlo así y por eso escribo,
creo conocerla de sobra,
me sobran motivos,
para asegurarte que cuando veas sus dientes recibirás más cariño que venganza,
para asegurarte que su dulzura sólo puede provenir del mundo de los versos.

Y es que hay tanto fuego en sus besos 
que con el minimo roce de sus labios se quemarían todas estas dudas,
hay tanta vida en sus ojos que mi corazón olvida el suicidio cuando me mira,
hay tal ternura en sus palabras, 
que ni cuando quiere poner punto y final a esta historia,
puedo evitar sentirme complacido,
por el regalo que han sido sus besos,
sus ojos,
sus palabras,
su presencia.


05 agosto 2013

Bosquejo nº 8 sobre una servilleta: Infiernómetro

Hay un horizonte al que he de llegar,
no importa el modo.

Pequeña, es cuestión de abandonar el miedo, y abrazar el anhelo,
tan solo húndete en la rutina, profundiza, abandónate a ella,
y cuando notes el fondo
estaremos esperándote
yo y mi puñado de risas, abrazos,
búscanos ahí abajo,
no canses tus músculos nadando hacia una superficie que no te sujeta,
ahógate en los días,
las semanas,
y respira el recuerdo, y las ganas,
de lo que viviste y lo que te espera.

Es sencillo, créeme,
he pasado tantas veces descalzo por ésa alfombra de espinas,
la distancia,
la cobardía,
envidia del pasado,
desdén hacia el presente,
ignorancia del futuro...

Mi consejo: haz un viaje hacia dentro, busca en tí los segundos,
los minutos,
las horas que echas de menos,
y vuelve a vivirlas con la ilusión que sé que guardas,
vuelve a sentirte como entonces,
como nunca has dejado de serlo: Querida.
Ríete entonces de los pocos kilómetros, que se salvarán en seguida,
y de los días, que son aún menos
y más frágiles,
y cuando despiertes de ésta ridícula pesadilla
yo estaré observándote tumbado
junto a ti,
en una cama que no será ni tuya ni mía,
sino nuestra.

24 julio 2013

Novel

Hay veces que no se conciliar la poesía con mis vicios,
unas veces de una me excedo y me falta de otra,
y otras me sobra de alcohol y me faltan motivos...

Quisiera tocar las letras como otros el piano,
quisiera por una vez hacer gracia,
desde el corazón, sin voluntarios,
sé que puedo hacerlo, que tengo madera de sobra,
para construir los raíles de una vía, de una vida.

Dejando éso a un lado, sólo me queda un martillo con la madera agrietada,
una enclenque fuerza para asegurar dos anclajes,
la cobardía suficiente para derrumbarme en un naufragio,
y poco más que cuatro clavos
con los que amarrar mis seguridades.




18 julio 2013

Old man eyes III: Buceo

Siempre encuentro una suerte de miedo al comenzar a escribir, de empezar diciendo "Tengo..."
como si tuviese algo, como si todo lo que uso fuese mío, 
quiero quitarmelo, 
el miedo, digo
a perder la consciencia de las carreteras, a olvidar los márgenes,
a caerme de boca en la vergüenza,
a rendir cuentas con la miseria.

Me echo de menos hace tiempo, 
cuando este acorde de aquí conseguía poner en marcha corazón y cabeza al unísono,
ahora, la gran mayoría de las veces no,
y me llora un niño por dentro, cada vez que un recuerdo pasa de vívido a vivido,
y después a bebida...

Puede que en eso consista ganar en años y perder en sonrisas,
crecer como quien dice,
otros llaman madurar a esto de enmascararse en trivialidades,
algunos aún reservan sus fantasías para sí mismos, y cuando están solos,
sonríen.

Lo hermoso de ésta canción es su cercanía,
casi puedes sentir que eres tú quien la toca,
y suena bien, a veces, y te equivocas, otras,
pero te sorprende esa melodía de repente, totalmente ajena,
y a la vez tuya,
como si la música leyese tu mente y plantase ante tus ojos todo aquello que creías haber olvidado.

Quisiera conocerme de nuevo,
como entonces,
cuando de ganas de perderme me encontré,
pues ahora que me busco, 
me pierdo.

18 junio 2013

Una misma cosa

Si las metáforas no son tu fuerte, abandona éste castillo de trampas, pues tarde o temprano te verás aludido en una de ellas, empalado, como si un crimen que no cometiste volviese a destruir tu conciencia. Vendrás a decirme que el tono de melodía que a mi me eriza el vello no es el correcto, porque otro antes que tú que ni conoces ni te interesa así lo dijo, así de ovina es tu raza.

Tengo razones de sobra para condenarte a mi infierno, y el día que sea juez o jurado, aunque sea muerto lo haré, verteré mi venganza lenta y caliente sobre tu húmedo lacrimal. Otros vendrán a decirme que éste es el final del camino, que es asi como acaban las oscuras maquinaciones de una mente enferma como la mía, que no perderán mas el tiempo con argumentos pobres que no merecen su atención, y que, sin duda alguna todo lo que estos años de experiencia en lo bizarro sean capaces de ofrecerle no valen nada ante su vida de ética perfecta y política comodidad.

Otros vendrán a defender su inocencia cuando un trago más de vodka es noticia y uno menos de agua indiferencia. Cuando se asesina la paz y se alimenta la guerra, cuando se alimenta la guerra y se mata de hambre a niños, cuando se mata de hambre a niños, y adultos deciden morir saciados, cuando adultos deciden morir saciados, y ancianos lloran deseando ser jóvenes...

Otros, sin embargo, no dudaran en joder al prójimo, pues son los seres más inmediatos a los que pueden sojuzgar. Les avocarán las ganas de parecerse un poco a su dinero, o a lo poco que no comprenden. Les bastaran un par de suicidios, o un par de victorias para saciar su hambre de ídolos. En momentos como éstos entiendo al Moisés que dudo que exisiese.

Y otros, no nos olvidemos, le buscarán el menor sentido a la lógica con tal de hacerla bella, y defenderán esa belleza sobre la verdad, y se caerán de sus andamios cada día, pues nada dará pecho a su intención salvo la estupidez a la que sirven, y la bosta que sus mejillas acarician.


Pobres diablos

Corren tiempos en los que paladines dorados huecos tras su dorada armadura vierten su ignorancia sobre justos aldeanos que simplemente pretenden llevar a cabo su cosecha. Hablo de niñas, de proyectos de hombres, que mecen la cuna de sus victorias con las derrotas de sus hermanos, y muere su escasa alma humana abrazando a un diablo que desconocen. En sus zulos, se defienden unos a otros, se felan, se amortiguan, y así la especie en masa evoluciona, mientras el individuo superior les abandona, se busca un hogar propicio, lejos de la injuria, de la política barriobajera, tengo dos ejemplos muertos en mi cocina, subsisten con los alientos de los eructos de quienes admiran, y se conforman como si fuese oro aquello que miman, tristes pocopensadores, presos de cárceles que ningún alcaide regenta. Me divierte oírlos reconstruir sus castillos de arena en la sala de al lado, como conscientes de que son libres, y las cadenas les cercenan los tobillos...

En fin. Hay poca gente en este mundo de almas, y si hay un cielo y no me lo merezco, estos demonios nisiquiera pueden optar a examen...

07 junio 2013

Perdidos

Voy a perder a una persona,
a una persona más entre los escombros
del derrumbamiento de mi vida,
voy a perderla...

Por no entenderla,
por hablar demasiado,
por no contarle que le cuento todo,
por quererla hasta casi querer poseerla...

Por tener espalda y a veces no poder evitar dársela,
más mientras duermo que mientras espero por los besos que juega a no darme,
voy a perderla,
por no saber entender un guiño desde el otro lado del bar,
por abandonar mis manos entre sus piernas,
mientras mi mente se abandona a sus palabras...

Voy a perderla, inevitable, irremediablemente,
por escaso caso,
por no visitar su perfil a menudo,
por no escribirle poesías cada día,
por amigos a los que me dedico,
por amigas a las que no se dedica...

La perderé, voy a perderla,
porque es experta en metamorfizar sonrisas en lagrimas, simplemente chasqueando los dedos,
porque soy experto en terminar de hundir barcos que hacen aguas,
porque son tan débiles los hilos que pretenden atarme a ella,
que ella pretende atar a mí...

Intentare evitarlo a lo Desmond,
sembraré en su alma mi constante,
y cuando muera al otro lado de la pantalla,
sólo seré capaz de sonreir un te quiero,
antes de ahogarme en sea cual sea el destino que nos espere...

05 junio 2013

Veladuras

A veces veo como se dibujan en tu rostro las sonrisas como si fuesen poemas que la gente no entiende,
o veo que desenfundas contra mí esa lengua que tienes por sable
y me retas a un duelo
y me encanta poner a prueba los límites del paraíso contigo
reirme del pasado, del futuro, incluso del presente contigo,
y al estar sin ti,
anhelar la mirada que me hace partícipe de una oscuridad compartida,
perderme en recordarte como si de un laberinto te tratases,
morir de sueño sobre mi almhoada, para después en mi sueño buscarte,
como un alma en pena deseando redimirse,
como el payaso triste que soy,
 intentando con sus torpes yemas aferrase
a los pocos pedazos de felicidad que le quedan...

19 mayo 2013

Página nº 10 del cuaderno de Pablo

Hubo una vez esta noche en la que sólo buscaba mi loqus amoenus y encontré ése desierto de espinas que todos tememos, ese infierno de impotencias gobernado por los ignorantes y los carentes del más mínimo atisbo de humanidad. Me enerva cuando pequeños diablos sirvientes de su propias inseguridades se afanan en resucitar sus valentías con una pequeña victoria como sacrificio, iluminándose como focos de polideportivo mientras se empeñan en parecer estrellas, mientras aguzan las pobres y escasas armas con las que defienden sus entrañables conquistas, mientras caen presas del rastro de migas del que emergieron.

Ojalá se pudran,
ojalá sea pronto.

26 abril 2013

Página nº 2 del cuaderno de Pablo

Caminar al son de las eses por una casa que parece no ser ya la mía. Se adhirió su olor a la noche, y quizá bebí un poco pero tras todas las veladuras aún se puede acariciar su rostro. Hay pocas cosas tan reales como sentir cómo uno se pudre por dentro, cómo hace mella cada sorbo y calada, cómo se elige destruir lo que parecía eterno, y quizá podría serlo de no ser por toda esa cantidad de muerte por centímetro cúbico que ingerimos e irónicamente nos mantiene vivos. 

Sé que te acabaré matando en pequeñas dosis. Acaba conmigo.

"Ya habrá tiempo de añorar el presente" me digo, quizá esté condenado a vivir el ahora mañana, pero quiza lo que cuenta es vivirlo aunque tú lo hayas hecho ayer, no queda nada. Nada. 

Una vez temí haber llegado al fondo del vaso.

El cenicero se encontraba en lugar incorrecto, lo cual obligaba a mi mano a moverse de forma ortopédica a cada cierto tiempo. En cambio, el flexo se encontraba en su pedestal de madera, su lugar predilecto, mi mesita. Es curioso cuánto se llega a repetir ésta escena en distintos lugares del universo, cada vez a su tiempo...

13 abril 2013

Geografías

Decadentia era una ciudad preciosa cuando mi barco arrivó a puerto, y desplomé el equipaje sobre la tarima de mi piso, primer piso. Ya había gente suicidándose en y por ella, mucho antes de que éstos pies plantasen su huella en la ceniza de otras pasiones, pero aún así, conseguí arrebatarle palabras al silencio, y me enamoré, por qué no, algunas veces. Otras, sólo encerré al demonio que en verdad soy, entre cuatro paredes de angustia, dejándole gritar y fumar, morir bebiendo. 

Pero ésta ciudad nunca tendrá suficiente. Al mirar por la ventana, pronto pude ver a los grises caminando, a aquellos que apenas existían mordiéndose los labios, como si no hubiese mayor problema que el placer, ni mejor tortura que el pasado. Allí estaban, arrastrando sus sogas, como si nadie pudiese verlas. Los habitantes de Decadentia, como en seguida pude comprobar, son básicamente viejos por dentro. Recuerdo que empecé a recorrerla desde fuera hacia adentro (no queda otra, en verdad), y me embriagué por vez primera en un café de la periferia, el café Neptuno, un lugar como otro cualquiera, pero a pesar de ello, un lugar especial, pues se podía casi palpar la experiencia, acariciar las telarañas de la tristeza de otros. Recuerdo había un borracho intentando ligar con la camarera utilizando poesías baratas sacadas de la manga de algún que otro poetastro muerto, y a un señor ausente montando un rojo cadillac justo antes de irme a casa... En definitiva, a lo que quiero llegar es a que Decadentia es así, la gran, GRAN ciudad, capital de las capitales, y como tal también capital de la nostalgia y de la mierda.

Dicen que muy al oeste, la ciudad llega hasta el mar, y dicen incluso que se lo come, como si hubiese brotado de ahí. Como una especie nueva que cambia de medio y evoluciona. La verdad es que llevo viajando cinco años ya hacia el oeste, y aún no veo decrecer los rascacielos, ni desaparecer los abrigos.

No os voy a mentir: desde que llegué, cada vez valen menos las promesas, cada día hace más frío, y me apresura la necesidad de un mañana cuando apenas he sido capaz de disfrutar del ayer. Imagino que la piel adquiere el tono de la ceniza poco a poco, pero veo a jóvenes en busca de su corazón perdido, a vagabundos olvidando a sus familias, a asesinos, soñé con Anna, conocí a Irene, y Pablo me dio la espalda. Es una ciudad de locos, es cierto, y más cierto es que todos acabamos viviendo en ella, siendo presas de su anarquia. A algunos les atrapa el monstruo de la plaza y a otros les cae una tostada en la cabeza. Otros vacían alcohol en su interior, y algunos se asoman a los balcones aún, buscando respuestas.

Como destino turístico es el número uno, y no por sus monumentos ni por su cultura, sino por esa innata necesidad de volver a los orígenes. Aquí en verdad uno se siente en casa, a pesar de la muerte y su acechante mirada, a pesar incluso de la infelicidad, del cielo gris y la carencia de un horizonte. Todos acabamos aquí, llegado el momento, asumiendo el limbo de vivir, o de morir poco a poco, dependiendo del caso.

Me llamo Jeroen y éste es mi día 1593, en la ciudad, la metrópolis, Decadentia. intentaré seguir escribiendoos.

02 abril 2013

Desposesiones

Tengo en mi mano aún la huella de su tacto,
un surco en el corazón marcando el camino por donde ella pasó,
en el oído el eco de un susurro de noche,
en la boca retazos fugaces de su sabor,
un tirón en el pelo que sigue culpando a su almohada,
cuatro heridas en el brazo de aventuras sin su voz,
la mirada perdida entre las sombras del techo,
la mente vagando en algún punto de sus recuerdos,
los pies fríos,
las tristezas bajo llave,
las alegrías pixeladas,
y la sonrisa preparada para sacar a relucir su orgullo,
el día que la distancia se muera en el pasado,
y podamos caminar de la mano,
hacia esa incertidumbre que nos gusta tanto...

Duermo poco y mal, sinceramente, cuando no me arropa con su aliento,
sueño muchisimo, en muy poco tiempo,
sueño con flechas, con puertas, direcciones, con ella,
y me despierto siempre en el ultimo instante, justo antes de tenerla,
la pierdo mil veces por noche,
y por el día solo consigo un débil rastro de su presencia,
el cual me vacía, a la par que me llena,
me ahoga, me frustra,
me revive,
me anima...

22 marzo 2013

Cura de sueño

Persiste mi antojo de verla surcar mareas,
acabar con el oleaje,
desmenuzar los porqués
por si acaso,
justo debajo de su nórdico,
muy por encima de mis historias.

Esta vez
no hubo tequieros batiéndose en retirada,
ni ejercito de agujas bajo el reloj,
nos pusimos nuestro uniforme de guerra, que no fue sino nuestra piel desnuda,
y haciendo frente al amanecer
apagamos el despertador,
tomamos como armas las palabras,
y disparamos
justo en el corazón,
justo entre ceja y ceja.

Ahora casi puedo verla dormir a lo lejos
vestir su mejor gala de hermosuras,
arropada de merecimientos
y fijo que con esa cara 
que hace que muera 
de ganas de besarla de nuevo.

20 marzo 2013

Bosquejo nº 7 sobre una servilleta: Tiritona

"Es difícil acostumbrarse a este frío una vez probado su cuerpo", me digo cigarro en mano como acallando el huracán que esta poniéndolo todo patas arriba ahí dentro. No es muy acogedor, en serio, la luz verde que hay encendida en el rincón, ni el no poderse apoyar uno en la pared, ni la claustrofobia, ni este desorden sin ella. Paso el tiempo aquí, soñando que vuelvo a bañarme entre sus piernas, ¿Es raro? 

Ya conozco todo esto, cada rincón de la palma de la mano de esta solitaria sensación, la rutina de silencios, imaginar que de repente aparece para darle la vuelta a tu vida con el gesto más simple, con sólo recogerse el pelo, y te mira desde el reflejo del espejo del baño 
y sonríe... 

A mi se me caen los huesos al suelo. Me gana en todo.

Cuando despierto de esas ensoñaciones, suelo echarle un duelo de miradas al techo, a ver qué opina, cómo lo ve todo desde ahí arriba, y como es normal no responde, al menos aún no estoy loco, tan solo preso. Preso por un crimen que cometí al robarle noches a sus deseos, al pintar grafitis en el aire de su habitación que rezaban gritos de rebelión que no se atrevieron a salir de mi boca, palabras cagadas de miedo escritas con tinta invisible en cartas que le lanzo junto a mis miradas, algo que no puedo evitar, por otro lado. 

Se ha convertido en mi deporte favorito, lanzar la caña y pescar su risa, saltar de la barca y que me lleven sus aguas, no importa dónde, ni mucho menos cómo. Jugar a resolver las adivinanzas que flotan a nuestro alrededor, esas preguntas que no hace y que respondo callándome, inflando este interrogante con el aliento de ambos, me divierte, me excita, me mueve, me presta.

Quizá todo esto es niebla, y ella en realidad quiera escapar de mi. Quizá no me de cuenta, y pretenda perderse, diluirse en una huida silenciosa para no tener que usar los puñales ni las estacas. Quizá ya la decepcioné y cure el error con sal de ausencias. No lo sé en verdad, prefiero quedarme con uno de sus abrazos, con una de sus caricias, antes que con todas las dudas del mundo peleándose por asaltar mi conciencia.

18 marzo 2013

Confía en Jeroen

"De tú embriaguez a mí pedo solo hay un corsé de elegancia. A un beso de erizarnos la piel, hay un pequeña distancia que nos exaspera. A casi nada de la risa y el orgasmo, el último paso, qué pasada…"

~Escandar Algeet

Siempre me dejo alguna palabra en el tintero, a medio escribir,
ahí va la séptima: sin ceros.
Prefiero que seamos así.

Que vengas con tus silencios de la mano,
sin vanas alegorías, sin teatros,
con eso de que me equivoco contigo,
qué gracioso prejuicio.

Aquí en Decadentia,
si te fijas,
ya no hay banderas cuyo himno sea el amor,
sólo ventanas abiertas al invfierno,
sólo Romeos cansados de buscar Julietas
en algún balcón.

Desde el cartel que reza "Bienvenidos" podrás vislumbrar el gris,
lo verás, la gente cayendo,
los accidentes de tráfico,
los acantilados,
las fábricas,
y verás a Jeroen en la cima del business center diciéndote
no hay nada que arreglar aquí, princesa,
adelante, da un paseo,
disfruta,
y deja tras de ti un rastro de sonrisas,
pues aquí el que entra,
olvida fácilmente
el camino de vuelta.

Confía en Jeroen.

Lava Lamp & Music #8


No sabemos dónde nos estamos metiendo, y lo sabemos.

Realmente, como ya dije,
no es la primera vez que juego a ésto,
es divertido, de veras,
pensar que se gana
cuando se está perdiendo,
o viceversa.

Le daré una entrada de primera fila para mi espectáculo de monstruos,
guiaré sus pies hasta el asiento,
me sentaré a su lado,
y ambos contemplaremos derrumbarse éste circo,
entre risas y aplausos,
en un último gesto de camaradería, nos cogeremos las manos,
nos miraremos justo antes de que el telón
caiga,
como un edredón para arroparnos,
poniendo puntos suspensivos a la función,
por amor a la intriga,
al dulce placer de sufrir los recuerdos.

Habrá jaques y buenas tiradas,
parchís,
tú bebes,
yo retrocedo casillas,
habrá un fuego inextinguible en el que quemar resentimientos,
y habrá un hielo muy frío en la ventana,
amenazando,
es el problema de los juegos,
el mate,
quedarse sin vidas,
tocado y hundido.

Sólo espero que no haya nada que perder,
que no apostemos el corazón bajo ningún concepto,
que disfrutemos,
nos divirtamos,
mejor convéncete de ganar,
porque perder, perderemos.

Pero no adelantemos acontecimientos,
juguemos.

17 marzo 2013

Bosquejo nº 6 sobre una servilleta: Embriaguez

Y arrivar a mi cama,
con una borrachera que me trae de recuerdo su sabor
un imposible no echar de menos,
el sudor,
un sin querer de desperdicios
yugo de polvo,
cadenas de humo,
forja de instantes,
flexo, alcohol, crudo...

Me deshice en imposibilidades sobre su colchón,
escribí plegarias en braille con los dedos sobre su cintura desnuda,
osé callar al silencio,
para que una sílaba más pudiese salir de su boca,
se derritió en mis labios, como la buena poesía,
y poco quise hacer para evitarlo.

En este momento el valor de doce cervezas invade mi cuerpo,
y no puedo sino sentirme cobarde ante su ausencia,
me pesa el escudo,
me arden las piernas,
jamás imaginé la posibilidad de rendirme,
pero ella,
joder,
sobre todo ella...

"Prefiero de lejos escribirte y de cerca hablarte 
leerte los labios con besos,
con letra 
sin resentimiento, 
mi enajenación sonámbula sigue dejándome ver tu inocencia granuja contagiosa (junto a ti casi casi soy así) 
y tu querer sigue forjándose in crescendo..." 

~Silvi-orión

16 marzo 2013

Bosquejo nº 5 sobre una servilleta: Empate

Alguna de mis cosas favoritas debe haberse perdido en ella,
o entre sus sábanas.

Tiene gracia,
ésta vez, la realidad superó a las expectativas
el amanecer hizo caso omiso a nuestras súplicas 
por un pedazo más de noche,
cada minuto era un tesoro, 
cada caricia única,
irrepetible,
así como cada pequeño susurro de risa que se deslizaba entre su piel
y la mía.

Hicimos el amor a la guerra, 
y ganamos ambos.

En la oscuridad total no hacían falta los ojos
para ver con las manos su belleza,
sobre el escenario que era su colchón vimos bailar nuestras siluetas,
dando la espalda al reloj, desnudándose de pudores,
la toqué como si fuese música,
la abracé 
como si fuese mía.

Ahora,
lo que es ahora,
me arropo con esos recuerdos para no helarme,
si viera lo duro que es el silencio 
cuando el sonido de su respiración no mece el aire,
se ahoga entre tiritonas y manecillas,
agoniza en paciencia,
pidiéndome a gritos que vaya 
a recoger la cosa favorita que se me ha perdido entre sus sábanas,
o en ella.

"Esta noche me voy a masturbar 
pensando en cuándos 
y en dóndes 
para que no salgas de mi cabeza. 

Estás perfecta ahí."

~Escandar Algeet

14 marzo 2013

Bosquejo nº 4 sobre una servilleta: Juegos

Por supuesto que se puede equivocar un poema,
y más cuando pretende acariciar un parnaso,
y más cuando es un atajo de nervios el que te besa,
y más,
si hay deudas anteriores que saldar con la tristeza.

Pero ya no soy ese asesino en serie de mi propio corazón que vuela de cárcel en cárcel,
aprendí a respirar el aire y a dejar de lado las fisuras,
si le escribo así de hondo es porque abordé su naufragio en lugar de recomponerme de nuevo en mi traje de cordura sin delirios,
de gris calco ejecutivo,
abandoné en un rincón la máscara de piedra que tanto tiempo he estado usando.

Quiero decir, lo comprendo,
simplemente me volví adicto a esa forma tan sincera que tiene de animarse,
a las despedidas torpes,
a luchar contra el frío volviendo.

Quiero decir, ojalá comprendiese,
que no he venido aquí a pescar correspondencias en su estanque,
ni a regalarle una nueva rutina de lágrimas,
ni a jugar con sus temores o levantar una trinchera junto a su puerta,
no he venido ni mucho menos
a pedir mucho más de lo que quiera darme.

Hago esto porque he visto a una niña bailando en sus ojos,
porque me gusta ver como olvida problemas con cada sorbo de mis chistes,
porque sé que no sabe qué busca y remuevo la tierra que aún no ha pisado por si lo encuentra,
a saber qué se le ha perdido en este paisaje de dunas,
quién sabe, quizá una ciudad perdida, quizá un oasis, quizá respuestas...

Solo sé que en el fondo hay algo en nuestro pequeño juego que le gusta,
y me divierte jugar con ella a mantenerlo,
es posible que me excediese en poesía
y escasease en atrevimientos,
pero por otro lado esta es mi manera,
mi táctica, mi estrategia,
y sin embargo algo me dice que cerca de aquí,
en una cama que no es la mía,
está ella
preguntándose quién de los dos ganará esta partida.

13 marzo 2013

Bosquejo nº 3 sobre una servilleta: Entornar

"Y siempre es la misma mi respuesta: a la guerra..."
~Escandar Algeet

Ya que pregunta,
nunca sabré de dónde saqué toda esta parafernalia,
puede que de su risa, 
puede que de las nanas de mi madre, 
puede que de ver tanto gris edificio aplastado contra el suelo como colilla contra el cenicero,
no creo eso, sino más bien de saber que duerme pensando en quién es este loco al que no quiere del todo,
que le escribe en secreto poesías fuera de su margen de ojos abiertos,
que recoge nieve de los techos de los coches porque le recuerdan a su sonrisa,
que respira humo cuando no le contagia su voz,
que joder, 
cae rendido
ante cada amago de despedida,
que construye un palacio a escondidas sin saber si habrá de derribarlo algún día.

Lo cierto es que sólo es un estudio de alegrías e impaciencias, 
no un compendio de casualidades y destinos, 
ni un catalogo de escalones y colmillos,
es más una mirada al presente que una preocupación por el futuro,
la nostalgia del pasado permanecerá por más que duela, eso no se puede cambiar, pero vamos,
ni en ella ni en nadie, 
ni siquiera en la última copa que me beba esta noche arropado de esperanzas 
con los pies fríos por las dudas,
ni tosiendo volcanes,
ni rompiendo epifanías.

Sólo quiero que me calle,
con esa mirada que me pone cuando sabe que es mejor el silencio que las mareas,
si de verdad le hace falta,
decirme que me vaya,
a estrellar este auspicio de luz contra otro muro de olvido,
si de verdad le hace falta,
a llamar a otra puerta con el sombrero vacío,
a dejar amagos de poesías en los buzones de otras camas,
si eso es lo que quiere,
a dejarme una de mis pocas vidas
extendiendo mi mano a uno de esos timbres,
que querría que fuesen el suyo.

"Como si todo lo que queda por ocurrir nos considerara innecesarios..."
~Escandar Algeet

11 marzo 2013

Old man eyes II: Abordajes

Esta vez fue una bandada de pájaros volando en dirección contraria,
la experiencia es madre y puta al mismo tiempo,
como no soy bueno intuyendo,
tomé años atrás apuntes de señales contra el futuro,
y así,
sin que cundiese el pánico,
podría ser el último en abandonar el barco
sereno y solemne, cuando se estuviese hundiendo.

La verdad siempre fuí hombre de botes,
capitán en dos metros cuadrados de soledad,
marinero en éste salvaje mar de gente,
y como todas las canas que llevo por dentro,
no puedo evitar rendirme a veces,
ceder a la nostalgia,
mirar atrás.

No sé cuantas espadas he tenido que cruzar,
para hacerme amigo del dolor.

Si me ves sangrar, disfruta de mi sonrisa,
si te parezco un loco puede que te falten un par de pérdidas,
si te hago llorar pégame, soy consciente de mis defectos,
y si quieres marcharte, adelante,
no te pondré las esposas
a no ser que tú me lo pidas...

Pequeña sirena, si decides irte,
destruye este pedazo de trapo que tengo por corazón con una ultima estaca,
por favor, si decides irte,
cántame tu canción
mientras te marchas.

Bosquejo nº 2 sobre una servilleta: Dos palmos

"La valentía es perder la cuenta de las veces que sales vivo de la misma guerra." 
~Escandar Algeet

No recordaba cuánto adoraba ésta pequeña presión en el tórax, señal de que hay una razón para esos latidos extra, ésta intranquilidad que me hace subirme por las paredes por dentro, como el niño que en verdad soy la noche antes de la excursión al parque de atracciones, emocionalmente despierto, necesitar vestir de deseos los sueños de esa chica que seguramente duerma a pocos kilómetros de éste suspiro. Si me está leyendo, he de decirle que a mi también me faltó un beso en esa despedida, saltar al abismo de esos dos palmos, sólo dos palmos que separaban mi "cuídate" de sus labios, y quién sabe por qué en lugar de eso hice acopio de ridiculez, y como buen payaso que soy abandoné el escenario llorando. 

Lanzé un susurro digital minutos después, un tributo a mi error, una forma de compensación, escaso, pero al menos palpable y no por ello menos cierto, me dijo que las lluvias de marzo eran las más bonitas, y durante ésta locura de semana me he dado cuenta de que tenía toda la razón. 

Si escribo ésto es porque quise disparar una flecha en el último segundo, pero se esfumó mientras intentaba apuntar un poco más hondo, y qué tonto, ahora tengo el carcaj lleno y sólo un puñado de teclas como dianas para mis dedos, una maravillosa rabia que me acaricia a la par que me ahorca, en fin, ojalá no vuelva a dejarme actuar de ese modo, y me rompa los esquemas como bien sabe hacer cuando ni siquiera lo intenta.

La vi alejarse con todos sus colores ignorando el gris del cielo, dejando tras de sí la estela de mil oportunidades, como si no bastase con perder sólo una, e incluso el semáforo se puso en rojo para animarme al arrepentimiento. Quizá pensó que correría a sorprenderla como la última vez, quizá solo quiso huir de mis torpezas, quizá, quizá y quizá, y entre tantos quizases, la realidad se cerró tras ella, y observé como su linda silueta se diluía en la distancia...

"Y, joder, 
podría quemar el refugio y las naves solo por verlos arder en sus ojos..."
~Escandar Algeet


10 marzo 2013

Bosquejo nº 1 sobre una servilleta: Mojarse (Comer Comas VIII)

Gracias por dejarte ver de nuevo en otro rostro de verdad estuviste lejos tanto tiempo que empecé a echar de menos el echarte de menos casi muerto por dentro como si de cenizas se alimentase el alma en un baile de salón eterno firmemente sujeto a la cintura del pasado en serio gracias de nuevo por devolverle el color a ésta lluvia de marzo recobro el gusto por calarme hasta los huesos por sentir ese pequeño y humano vacío que sientes cuando algo falta estabas bien escondida entre unas pestañas de ojos oscuros nadando en su pelo escalando sus piernas y te encontré querida musa de los deseos de camino a una nueva búsqueda me alegra saber que no has olvidado las normas del juego se me ocurrió otra poesía mientras tocaba París en el mapa con el dedo corazón no espero que entiendas sé que no entiendes ahora que has vuelto veo hermosas luces donde otros ven grises días y aunque tú no te acuerdes yo sigo en tu recuerdo ahora has venido a verme para burlarte de mí con esa sonrisa que tanto adoro a burlarte regalándome servilletas a llamarme retrasado y a hacer lo contrario cuando te sinceras en verdad siento el corazón vivo cuando te pienso y quiero que te quedes un par de horas más a mi lado aunque ni pueda tocarte ni contarte todo lo tierno del asunto y te lloras encima y yo estoy ahí para secarte o darte algún motivo para que me beses y te convenzas de que esto solo es un intento de secuestro por eso sientes el abrazo del miedo pero no te preocupes porque el vestido más bello que pueda lucir una mujer como tú son los brazos del hombre que ama rodeando su cuello que hace tiempo que me dejé las plantas de los pies en la carretera buscándote y todos estos kilómetros deberían poder convencerte de mi escaso egoísmo que solo lucho por mantener tu risa en el aire porque de ella respiro y hay poco que nadie pueda hacer para cambiarlo escribo ésto casi borracho en la cumbre de una habitacíón más fría que un paraíso vacío te juro que estas palabras no salieron de mi cárcel que rebotaron hasta escribirse solas en ésta pantalla en blanco de seguro te asustarás y querrás verme lejos de nuevo pero si algo he comprendido es que la vida es un ciclo de camas de rosas y tormentas de hielo por una parte ojalá nunca te des cuenta de todo esto así podría mantenerte en el umbral de los sueños pero por otra ojalá te dignes a darte la vuelta tras leer ésto y me hables en lenguaje de cuatro labios y veinte dedos recorriendo pieles mientras Sigur Ros y Avey Tare y Kría Brekkan y Múm y Kaki King desgarran la noche a nuestro alrededor o take me home country roads o pleasepleaseplease throw it a line nos separan de nuevo hasta que nos volvamos a ver en los ojos de otros que no seamos nosotros debe haber una manera de reconciliar nuestros miedos algo que no frustre mi sueño de ser un poeta ni el tuyo de ser poesía pero mientras la encuentro espero que no desaparezcas tan rápido como la última vez aunque hazlo si lo tienes que hacer ya sabes que jamás necesitaré excusas de vagabundo ni lágrimas de cocodrilo mi felicidad se ha enfrentado a enormes monstruos y tú no eres sino un ángel el principio a la vez que el final de éste texto...

27 febrero 2013

Gracias por su visita (Preludio de una servilleta)

En su increíble mirada hay unos pocos segundos efímeros en los que esos ojos consiguen prometerme lo que sus labios nunca harían, lo cual es dulce y a la vez amargo, porque sé que existe una lucha entre nuestras verdades y nuestras bromas. En verdad no sé actuar en éstas situaciones, decido disfrazarme de payaso y dedicarme a los chistes y así, mientras tanto, cazo furtivamente sus sonrisas y las guardo en mi memoria con la nitidez de una fotografía. Cuando no mira, hago repaso de sus formas, la textura de su piel, la ternura en sus gestos... "La chica revelación", así solía llamarla un viejo amigo, cuánta razón, creí que no existía, y ahora la veo encarnarse en cada una de sus líneas.

Casi llego a enfermar de ganas, de pensar en ella, de soñar despierto. Casi rozo con los dedos la locura, ansiando su compañía. Hay un no sé qué en su forma de ser breve y mordaz, en su forma de confundir palabras, en su despreocupada forma de reír, sin miedo ni crítica, sin preguntarse siquiera dónde está la gracia. Me mata esa forma tan sutil que tiene de invitarme a permanecer cerca, como construyendo un muro de cristal bajo su piel -se ve pero no se toca -esa forma, cruel y a pesar de ello tierna, de tirar de mí hacia sí, y de expulsarme de nuevo al cosmos. 

Simplemente podría dejar de divagar, decir su nombre y desvelar así de una vez por todas el misterio, pero como siempre, la cobardía me encadenará a la razón y al miedo, y esconderé su nombre entre las letras de éste texto, como compensando así su muro de cristal con éste puente de papel, con la tenue, pero firme esperanza de que algún día, se anime a cruzarlo conmigo.