"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

14 marzo 2013

Bosquejo nº 4 sobre una servilleta: Juegos

Por supuesto que se puede equivocar un poema,
y más cuando pretende acariciar un parnaso,
y más cuando es un atajo de nervios el que te besa,
y más,
si hay deudas anteriores que saldar con la tristeza.

Pero ya no soy ese asesino en serie de mi propio corazón que vuela de cárcel en cárcel,
aprendí a respirar el aire y a dejar de lado las fisuras,
si le escribo así de hondo es porque abordé su naufragio en lugar de recomponerme de nuevo en mi traje de cordura sin delirios,
de gris calco ejecutivo,
abandoné en un rincón la máscara de piedra que tanto tiempo he estado usando.

Quiero decir, lo comprendo,
simplemente me volví adicto a esa forma tan sincera que tiene de animarse,
a las despedidas torpes,
a luchar contra el frío volviendo.

Quiero decir, ojalá comprendiese,
que no he venido aquí a pescar correspondencias en su estanque,
ni a regalarle una nueva rutina de lágrimas,
ni a jugar con sus temores o levantar una trinchera junto a su puerta,
no he venido ni mucho menos
a pedir mucho más de lo que quiera darme.

Hago esto porque he visto a una niña bailando en sus ojos,
porque me gusta ver como olvida problemas con cada sorbo de mis chistes,
porque sé que no sabe qué busca y remuevo la tierra que aún no ha pisado por si lo encuentra,
a saber qué se le ha perdido en este paisaje de dunas,
quién sabe, quizá una ciudad perdida, quizá un oasis, quizá respuestas...

Solo sé que en el fondo hay algo en nuestro pequeño juego que le gusta,
y me divierte jugar con ella a mantenerlo,
es posible que me excediese en poesía
y escasease en atrevimientos,
pero por otro lado esta es mi manera,
mi táctica, mi estrategia,
y sin embargo algo me dice que cerca de aquí,
en una cama que no es la mía,
está ella
preguntándose quién de los dos ganará esta partida.

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