"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

31 julio 2010

Múltiplos y divisas

Me pregunta por qué me paso la vida dividiendo los pequeños fragmentos de realidades, y no sabe que la mitad de las veces lo único que quiero dividir es el tiempo y la distancia, a la mitad, o una tableta de chocolate para desayunar. La verdad es que la tercera parte de las veces que pienso ésto lo creo de verdad posible, el resto me lo paso ahogando la mentira en tercios de cerveza. Y no miento si digo que ahora mismo me conformaría con menos de un cuarto de litro de su presencia.

He decidido, al menos hoy, no dar cuartelillo a la memoria y el espacio que ocupa, y agrandarlo todo. Por eso hoy le diría el doble de veces cuánto la quiero, cada dos por tres, pero no lo haré porque sonaría tres veces más agobiante de lo habitual, resultaría molesto, pues ella es de esas mujeres que con cada sonrisa se le multiplican las virtudes, y se le dividen los defectos.

30 julio 2010

Sobre la cara de asco del beso

"La palabra amor, que no el amor como tal, está bajo mi punto de vista sobrevalorada, con ella de bandera se supone lo que han de sentir por tí tus padres, con ella de bandera te lanzas aún a riesgo de caerte por un precipicio, por su ondeante flama soportan muchos padres a hijos creciditos, que bien deberían entrar en la carcel, casi cualquier desplante, por la susodicha palabra se embarcan parejas incapaces de cuidarse a sí mismos a procrear en las más pésimas condiciones, por la palabra se soportan lazos que asfixian incluso a los vecinos. Por amor se ama, por amor se vive, por amor se crea, por amor, todo eso es cierto, pero no olvidemos que muchas veces su significado se reduce a unas letras que conducen más a un sueño que a una realidad."  
~Morfeisa


Dentro de mi pequeño mundo plagado de eternos amores imposibles y de momentos aún en lista de espera para ser olvidados, encontré lo que llamé "La cara de asco del beso", ése movimiento involuntario de las facciones del rostro al ir a besar a alguien a quien realmente no quieres, sabe dios por qué, o ni siquiera él, quizá por aburrimiento, por cansancio, por impaciencia, o quizá por haber caído en una de las muchas tretas del amor, ése niño mentiroso al 66'94%. Como un pequeño aviso, una reacción física ante una realidad que advierte tanto a uno como a otro de que se ha gastado el placer de juntar labios por juntar.

Me la encontré en una habitación repleta de intentos, en rostro ajeno, y yo, extrañado, la pregunte a qué venía esa cara y ella me dijo calla, no hables, y la noche se dio como se dan las noches que fueron hechas para dos personas. Aún recuerdo esa contracción de las mejillas, ese gesto de oculta repugnancia y de ocultos noquieroestaraquíes, y créanme, contra eso no se lucha, es imposible, como intentar dejar de respirar, o evitar asustarse. No se puede. La cara de asco del beso es la línea de meta, hasta aquí hemos llegado, apaguemos las luces, cerremos con llave y esperemos a otro día a ver si se nos pasa, o pongamos la pausa o el punto y final, cualquier cosa que no sea continuar, pues una vez aparece, sólo se puede o bien acabar, o bien acabar mal.

28 julio 2010

Todos mis motivos y ganas

Tengo todos mis motivos y ganas en algún lugar perdido entre las rocas de una playa norteña,
seguramente no sabrá que la pienso y escribo en todo momento,
ni las guerras que combato contra el aburrimiento
e ignora la mitad de las heridas que se me abren con cada segundo de espera,
estará tumbada en la arena, digo yo, y los que pasen a su lado pensarán: "Ojalá siga aquí cuando vuelva",
pero no seguirá,
porque ella es de esas chicas que no paran quietas, y cuando ellos vuelvan
se tendrán que conformar con la arena, pues posiblemente esté regalando su peso en sonrisas
a cualquier mirada que se cruce con su presencia, que más que ser libre, libera,
y a cualquiera le temblaría la voz, con esos ojos a punto de reventar de ternura mirando el juego de labios de su interlocutor,
cualquiera perdería los huevos, y se le caería todo orgullo, olvidaría todo autoconvencimiento, y le daría toda la razón,
porque que es menos de la mitad de lo que se merece, y nadie pasará a su lado sin rasgarse un poquito el corazón.

Ella seguirá su camino ausente de baches que se apartaron hace años para dejarla paso,
y vivirá sus problemas, pero un poco menos,
así como el resto beberemos nuestras copas de más,
y yo la esperaré allí, al final,
para que cuando nos encontremos
pueda reírse de mi gesto novato,
de mi cara de pan,
y pueda decirle sin esconderme tras la ropa
"Lo siento pero, anoche me pareció verte caer del cielo,
y no pude dejar de mirar"

26 julio 2010

Goodbye

Así me fui, dejando los recuerdos en la cuneta, y la piel de los labios en el asfalto. Era una de esas noches que congelan las ganas y susurran mentiras, una de esas en las que el vaho hipnotiza, y las estrellas relucen recordándote lo pequeño e insignificante que eres. Paré el coche al borde de cualquier acantilado perdido en esta árida geografía, y salí de él con calma, saboreando el metal, marcando mis huellas en la arena, y observé el rastro de polvo levantado que delataba mi rumbo. "Es como si fuese imposible huir del pasado", pensé.

Allá a lo lejos pude ver el motel que acababa de abandonar. Necesitaba verlo desde lejos, una última vez, lo necesitaba, necesitaba ver lo que había hecho, cumplir la mínima penitencia de reconocer el crimen. Encendí un cigarro, entre pensamientos que se batían en duelo, como "no es la primera vez que lo hago", "debería irme", "no se lo merecía". Contemplé a través del denso humo el cartel del motel: Café Neptuno. Un escalofrío no tardó en recorrerme el espinazo, pero logré mantener la compostura, y la mirada fija en algún punto perdido más allá del luminoso establecimiento. Noté ardor entre mis dedos, y no me quejé por pereza, apagué el cigarro, y deshice el camino hacia el descapotable. Me senté tan lentamente como me había levantado, sintiendo el tacto a cuero del volante, y el sonido del motor despertando entre quejidos, normal, eran las cuatro y cuarto de la madrugada. Entre divagaciones recordé que no había guardado la pistola, así que la cogí y la metí en la guantera. Arranqué.

Y así me fui, con toda una realidad hablándome de ella, el marrón café de la arena nocturna, el azul de cielo estrellado de sus ojos, el blanco de luna de un brillo reflejado en el cristal de la barra, y el rojo descapotable, que no dejaba de recordarme toda esa sangre emanando de un agujero en su pecho. 

22 julio 2010

Fragmento "El motor de cada día de guerra" (Escandar Algeet)

Yo me la imagino poniendo morritos como una mima pidiendo mimos,
me gustaría que mi motor entonces estuviera al alcance de mis labios,
cojerla de las manos y decirla "venga ya" con un cariñoso azote en el culo,
que dijera "jo, no me haces caso" 
y yo pensando 
"te tiraría en el cesped aquí mismo para decirte al oído
toda la vida no va a ser suficiente contigo
para decirla
te llevaría todo el camino en brazos
pero tienes un culo demasiado bonito y sería un desperdicio
no mirarte caminar
para decirte
costará trabajo días y algunos malos ratos, pero recuerda
que el eslogan es "prohibido venirse abajo" a menos que nos pille follando,
para decirla
hija mía estás más buena que el pan, pero que el pan rico
con nocilla y eres más bonita que un menú degustación 
de lujuria y delicias,
para decirla
de rodillas y con un chaskis apuntando hacia su dedo
cánsate conmigo, mi vida, pero no de mí,
y prometo hacerte reir
y sudar
hasta que el tiempo diga la última palabra
y no por eso tenga razón 
ni mucho menos vayamos a darsela".


~Escandar Algeet

20 julio 2010

Café Neptuno

Camarera, anote mi pedido, ya sé que no es su trabajo oírme hablar de los tiempos, ni escuchar el sonido de mis torpezas, pero piénselo, compadézcase de éste hombre ya bebido, que ha llorado entre copas y fantoches de vino y leche. Hoy tomaré distancia, para verla como aquél que se la bebe, y no como aquél que simplemente vive, y esos son los verdaderos borrachos, los que no saben que la belleza se aprecia mejor, con perspectiva. Venga, tome el bolígrafo entre sus dedos, que no necesito verla fumar para oler la nicotina que hay entre ellos, aroma que se mezcla con su perfume, y es todo una especie de juego de cabellos rubios, ojos azules. Vale, escuche, se que no le importa quién soy, ni le interesa conocerme, hoy no seré yo aquel que sueñe con robarle los labios desde algún oscuro rincón, pero le diré que no se cómo logra, si acaso pretende, mantener el carmín sujeto a ellos, no será por jóvenes, y no será porque el amor ha muerto (Que no ha muerto, está ausente). A ver, sonría, enséñeme sus dientes, no importen amarillos, hoy día todo el mundo los tiene así. ¿Ve? Así está más guapa, y que me digas yo, que no soy más que un residuo surgido de cualquier alcantarilla... Pero usted, con toda su vida por delante, que aún hay espaldas masoquistas que sueñan con ser arañadas por sus uñas, y chavales adolescentes que correrían kilómetros por tener sus piernas, usted que aún posee virtudes, aunque también defectos, y que aún le sobran autopistas de inviernos que recorrer, y calores de infiernos que soportar, usted no merece llorar como llora, preciosa, incluso las lágrimas salen a verla solas, por no soportar la espera. Camarera, ahora me iré, y podrá derretirse a gusto en la cocina, pagaré mi cuenta por servirme estas líneas, y le agradeceré simplemente por la sonrisa, y trabaje como hasta ahora o mejor, al fin y al cabo no dude (y éste será nuestro secreto), que tiene el don de cambiar la vida de la gente, o al menos, la mía.

19 julio 2010

Amor-irse


"Ya no tengo dedos sin ampollas
ni te quieros que no sean para ti,
o sueños en los que no aparezcas..."

Me ofusco conmigo mismo al ver que te veo y que sin embargo no digo nada,
ninguno hablamos, ni siquiera con el tiempo
y la distancia en nuestra contra,
tan sólo puedo decir: "Lo siento"
o callarme, mejor para no liar más la manta.


Te veo y surge el deseo,
y las ganas de volar rumbo a tu presencia taponan mis oídos,
¿Y no ves normal mi miedo,
el miedo que tienen los miedos a no poder asustarte,
a morirse colgando de tus cabellos,
a no ser lo bastante,
a no ser suficiente?


Así me muestro ante ti,
y yo que no tengo nada,
no tengo palabras,
ni imágenes,
ni gracias,
ni me sobra carisma,
ni siquiera unos gramos de destrezas,
pues hoy mi alma tropezó al verte,
todo se le cayó, en el suelo quedó,
por sonreírte.


Por eso no me vendas ambiciones,
ni deseos de tenerte,
que de esos ya me sobran,
no te asustes cuando me calle, 
ni te aburras cuando no hable,
sin duda no entiendes el asombro de éste niño,
que ya es feliz por amar,
y amarte.

15 julio 2010

Niño Adrián y el egoísmo infundado

Niño Adrián
sin ser niño,
y sin ser Adrián,
un día se sintió triste, sin más, para su asombro,
y se dio cuenta de que en el fondo
ya no le apetecía jugar, a ver, Niño Adrián, cálmate,
respira hondo,
coge tu juguete, tu pelota, o tómate un café,
con medio esfuerzo generó una media sonrisa,
y el día terminó, como terminan los días,
con suspiros de vientos lanzados ayer.

Niño Adrián,
sin ser niño,
al día siguiente se sintió triste de nuevo,
y puede,
no digo que sí, pero puede,
que pensase palabras de filo de anhelo,
y dijese: "Dios mío, esto no puedo,
en fin, podría, pero no quiero
olvidarlo,
ni dejarlo en la cuneta de la carretera de los sentimientos."

Niña Lucía,
sin ser niña,
y sin ser Lucía,
tropezó sin querer en un verano,
y cayó sin remedio en la empatía,
leyó por casualidad las palabras cursivas,
de Niño Adrián de puño y mano,
porque de letras no andaba la cosa fina,
y sintiéndose complacida,
se juró que no en vano,
Niño Adrián escribiría
y ella, niña Lucía,
sin ser niña,
y sin ser Lucía,
leería cada día
esas pequeñas dosis de melancolía,
para sentir, que no estando del todo viva,
podría haber sido la protagonista de cada tilde, y de cada rima.

Niño Adrián no aceptaba,
es más, rechazaba
la idea de mutilar su alma
por estertores del alba,
que apenas respeto rinden a los hombros sobre los que cabalgan,
ni a las plumas con las que vuelan,
que la tristeza no es un juego, decía Niño Adrián,
ni quiero ser su esclavo cada día.

Entonces Niña Lucía,
sin ser niña,
robo un beso a Niño Adrián,
y con eso
se proclamó musa y diosa
de sueños espesos
de noches, y el niño,
que sin ser niño fue su preso,
se enamoró sin remedio de esos labios en prosa,
esos ojos en verso,
y desde entonces Niña Lucía,
sin ser niña, y sin ni siquiera quererle del todo
le abrió heridas a propósito
de las que emanaron sangre, poesía y lodo,
y Niño Adrián con su eterna agonía,
y Niña Lucía revolcándose en consecuencias,
manchándose de mentiras, con las manos sucias,
pero eso sí, ella leía,
y creyó, mal, pero creyó,
que merecía la pena hacer daño al niño,
si con eso lograba mantener su puño firme sobre el folio,
y sus dedos aferrados al bolígrafo.

Y Niño Adrián lloraba, y Niña Lucía reía,
y ambos, sin ser niños, morían arropados por su espera,
morían, porque cada uno muere
a su manera.

12 julio 2010

Ser fuertes

Anoche, tras el ruido de copas y birras,
en cualquier banco perdido del parque,
vi llorar a un amigo, le dije:
"Viejo,
ella no va a volver, por más que tus lagrimas se viertan ya del vaso que llevas tan fuertemente agarrado, como si aún fuera su mano,
quítatelo de la cabeza, amigo, se fué
y no haremos nada para remediarlo
¿vale?
No llores,
no me mires con esos ojos rojos de pasión contenida y de sangre de amores truncados,
no me sollozes, ni mires al suelo,
quita esa fea cara de mueca de puchero,
y sonríe al futuro, que es el único capaz de compensar tu pasado."

Le vi vomitar lamentos al son de una canción de Manolo García,
seguía la canción
con su voz torcida y su garganta fría,
perdiendo pedazos de alma en cada bemol,
en cada do sostenido
que por débil ni se sostenía.

En una mano el móvil, y en la otra el matarratas que le arrebataba conciencia con cada trago,
que evoca recuerdos.

Era una tal Dorleta, ¿verdad viejo?
qué me vas a contar,
recuerdo los tiempos en los que la conocía,
hace años ya,
es buena chica, en serio, es una lástima,
pero viejo, no más lágrimas,
y no más noches en vela perdiendo tu aliento por ella,
no más dejar de hablarle a la luna llena.

Sonríe y vuela,
ya te darás cuenta, amigo,
de que no hay que perder la sonrisa por labios,
ni los cojones por puñaladas,
de que no te han quitado tu centro,
y simplemente te han abierto otra puerta.

El amor es un juego para valientes, ¿eh?
ya te lo decía yo,
no hay más.
Anoche, tras el ruido de copas y birras,
en cualquier banco perdido del parque,
vi a un amigo llorar.

08 julio 2010

Azulejos

"Ser o no buena gente, 
así, tan buenagentemente dicho 
puede, en fin, qué sé yo, pero puede 
que sea saber que te quieren 
y sentir que te lo mereces."
~Silvi-Orión


Corro una media de tres melancolías por día antes de desplomarme sobre las plumas de plomo de mi almohada para escribir una nueva sábana entre las poesías.

Todo lo que pueda ser es poco para alguien que la ha visto revolverse entre consonantes y asonantes, llorar de risa mientras sostiene todo un entramado de realidades y naufragios, y nadie más se pregunta por ése punto del universo que es ella, y que es eje y destino de todo verso,
y darse cuenta
es como ser el único explorador en un mundo en el que aún no conocen los mapas,
es como ser la única corchea que se balancea alegremente colgada de la tercera cuerda de su pentagrama.

Y ojalá sea el único, ¿sabes?
que haya visto sonreír a sus tres millones de tristezas sólo por un beso,
que la haya llamado de tantas formas tan bellas que su nombre quedase obsoleto,
y ojalá sea el único,
que haya rayado la hipocresía en estos versos que presagian caricias,
y predican ambiciones.

Y sí, me gustaría ser la palabra que se estrella contra su boca en una tarde de primavera, sonando a grito envolvente de flechazos y flechas partidas,
o ser los dedos con los que se atusa el pelo, antes de cerrar los ojos y dejar que el sol la bese en las mejillas.

Ya ves, quisiera caer de éste nudo de parras y nubes en el que estoy preso, para darme la buena hostia y poder bajar a su suelo,
donde ella me espera,
donde poder amarla en el mismo contexto, y dejar de ser el crío que desea jugar entre sus piernas, y esconderse bajo sus faldas,
pues a su lado me siento tan pequeño,
que sólo con la brisa que generan sus pestañas vuelo, tan pequeño
que sólo con mirarme a la cara,
ella,
sabe cuántos arañazos dibujan su nombre en mi espalda.

Lo que ya dijo Sabina una vez, sin conocer tu nombre,
yo te lo repito con los bolsillos llenos de abrazos que se evaporan,
quién pudiera reír, princesa,
quién pudiera reír, como tú lloras.

05 julio 2010

Destinos y decisiones

Necesitaba decirle a un folio que todas mis sonrisas fueron sufridas antes,
quiero decir
que he utilizado escudos de mentiras contra espadas de amores cortantes,
y he callado tanto que el hablar me aterroriza,
y la verdad es que todo fue una rutina de hipotéticas metáforas seguida por seres inconexos y distantes.

Sabía que tarde o temprano, la realidad se sobrepondría,
y no miento al decir que no mentía, quizá solo fueron medias verdades,
medias alegrías, medios momentos medio punzantes
medio ficciones,
pero créeme, nada de todo aquello me divertía.

Quizá fueron sólo dudas, o solo nadie,
o sólo impaciencia adulterada con pasiones no recíprocas,
el caso es que hoy seré lo suficientemente sincero como para entender
que si el perdón no llega, no será por fraude,
ni por traición,
será porque quizá jamás lo merecí,
no me va a sorprender.

Digo ésto porque sé que sabes,
que detrás de todas las decepciones que provoque siempre guardaré una sonrisa inocente,
esa que siempre fue más tuya que mía,
porque fue forjada en días de abrazos, y en noches en las que no importaba la luna.

Ahora sólo espero quizá tener la oportunidad de explicarme,
de remendar yo mismo ésas costuras
que yo mismo dejé desgastadas y rotas,
yo mismo me manché las manos,
y ahora me las veo sucias de barro y de mentiras sin título,
"Todo se va a la mierda" me digo,
"y yo mismo me obligaré a verlo."

Me lo temía, he de decirlo,
sabía que algún día la burbruja explotaría,
y no hice nada antes porque todas las veces que intente arreglar algo,
sólo conseguí empeorarlo, por eso
el darle la vuelta a la tortilla,
o el enseñar la otra cara de la moneda
es una decisión que dejé en manos del destino,
que es mi eterno compañero de vida,
espero que me preste su ayuda.

Necesitaba descargar este medio miedo medio lamento, de verdad
lo siento.

04 julio 2010

Utopías y destierros


"No afirmemos nada; no neguemos nada; esperemos."

~Arthur Schopenhauer


Me late cada punta de bolígrafo como un tambor merecedor del odio de los esclavos, haciendo un ruido tan íntimo que me vuelve loco, ante las caras impasibles del resto. No me hace falta gritar las heridas, mi sangre ya salpicará sus conciencias.
Y no se enteran.
Lucho por cada trago de aire, lo que el aire lucha por no perderse en sus paradojas, y temo a veces no llegar a esa cornisa a la que he de agarrarme como sea, para no caerme del taburete, ni atarme con dobles nudos de franela.
Y ahora es cuando los sueños, aburridos de no haberme atacado durante el invierno, se afanan en hacerme responsable de todas sus utopías, y de todos sus destierros, y yo, como eterno penitente de un mundo roto de codicia, podrido en barbaridades, y vencido por los exilios, me veo obligado una vez más a callarme la boca, a matar todas mis sinceridades, y a pedir perdón, a disculparme, sin ni siquiera preguntarme el motivo.
-Es un mundo de hierro y piedra. -Me digo. -No llorará por nuestra ausencia.
Día tras día creo derretirme de calor, y diluirme en espera. Me subo a la buhardilla de mi torre de marfil, a seguir jugando a las canicas con el olvido, y a ver fotos que me recuerden su hermosura.
A veces, creo que me rindo, aunque mis puños cerrados demuestren lo contrario, y diga que no quiera verla ni en pintura. Paciencia es una bonita palabra, una interesante habilidad, pero si uno se obliga a si mismo a tenerla, se convierte en una horrible tortura.

02 julio 2010

Post-Medianoche

"Las palabras se las lleva el viento, no valen nada, y menos las que no fueron escritas a la cara."


Me voy a dormir y aún te tengo en mi boca.

Pienso en cuánto más cómoda sería mi cama contigo dentro,
y me pregunto en cuántos sueños aparecerás para regalarme tu aliento,
antes de diluirte en primeros rayos de sol,
antes de que nos caigamos de las utopías,
y de los celos,
y antes de que eso pase te diré que,
allá donde quiera que se lleve el viento las palabras que no fueron escritas a la cara, yo
(un mísero poeta)
te regalaré un beso.