"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

04 julio 2010

Utopías y destierros


"No afirmemos nada; no neguemos nada; esperemos."

~Arthur Schopenhauer


Me late cada punta de bolígrafo como un tambor merecedor del odio de los esclavos, haciendo un ruido tan íntimo que me vuelve loco, ante las caras impasibles del resto. No me hace falta gritar las heridas, mi sangre ya salpicará sus conciencias.
Y no se enteran.
Lucho por cada trago de aire, lo que el aire lucha por no perderse en sus paradojas, y temo a veces no llegar a esa cornisa a la que he de agarrarme como sea, para no caerme del taburete, ni atarme con dobles nudos de franela.
Y ahora es cuando los sueños, aburridos de no haberme atacado durante el invierno, se afanan en hacerme responsable de todas sus utopías, y de todos sus destierros, y yo, como eterno penitente de un mundo roto de codicia, podrido en barbaridades, y vencido por los exilios, me veo obligado una vez más a callarme la boca, a matar todas mis sinceridades, y a pedir perdón, a disculparme, sin ni siquiera preguntarme el motivo.
-Es un mundo de hierro y piedra. -Me digo. -No llorará por nuestra ausencia.
Día tras día creo derretirme de calor, y diluirme en espera. Me subo a la buhardilla de mi torre de marfil, a seguir jugando a las canicas con el olvido, y a ver fotos que me recuerden su hermosura.
A veces, creo que me rindo, aunque mis puños cerrados demuestren lo contrario, y diga que no quiera verla ni en pintura. Paciencia es una bonita palabra, una interesante habilidad, pero si uno se obliga a si mismo a tenerla, se convierte en una horrible tortura.

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