"Ya no tengo dedos sin ampollas
ni te quieros que no sean para ti,
o sueños en los que no aparezcas..."
ni te quieros que no sean para ti,
o sueños en los que no aparezcas..."
Me ofusco conmigo mismo al ver que te veo y que sin embargo no digo nada,
ninguno hablamos, ni siquiera con el tiempo
y la distancia en nuestra contra,
tan sólo puedo decir: "Lo siento"
o callarme, mejor para no liar más la manta.
Te veo y surge el deseo,
y las ganas de volar rumbo a tu presencia taponan mis oídos,
¿Y no ves normal mi miedo,
el miedo que tienen los miedos a no poder asustarte,
a morirse colgando de tus cabellos,
a no ser lo bastante,
a no ser suficiente?
Así me muestro ante ti,
y yo que no tengo nada,
no tengo palabras,
ni imágenes,
ni gracias,
ni me sobra carisma,
ni siquiera unos gramos de destrezas,
pues hoy mi alma tropezó al verte,
todo se le cayó, en el suelo quedó,
por sonreírte.
Por eso no me vendas ambiciones,
ni deseos de tenerte,
que de esos ya me sobran,
no te asustes cuando me calle,
ni te aburras cuando no hable,
sin duda no entiendes el asombro de éste niño,
que ya es feliz por amar,
y amarte.
Sin palabras...
ResponderEliminarLo has vuelto a hacer (:
Tequié, pero mucho mucho.