"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red
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23 diciembre 2012

Lava Lamp & Music #7 (Doing the wrong thing)

El universo ondea éste mundo como si de bandera blanca se tratase, motivado por lo hediondo de los ojos de dolor de la gente,
que se contraen en un amargo gesto de pasión y miran a sus hijos con sus cansadas miradas de padres,
ofreciendo la redención que de sobra se han ganado mas nunca tuvieron,
tosiendo el humo del mismísimo infierno mientras duermen,
y una nueva cana marca cada día como el último.

No somos más que eso,
piedra,
y cemento.

Pero después de todo, vuelvo,
una vez más,
a escalar este monte ya olvidado, para recordar,
recordar lo insoportablemente humana que es nuestra fragilidad,
tan leves
que ser es ser poco, en definitiva,
o mucho para algunos,
nada para el resto.

Al final, creo, marchamos a Alaska a lo Supertramp, a morir por dentro,
y suena lejos, pero el ocaso es cada día, y ya dejamos atrás los amaneceres,
quién sabe cuántos deseos se lanzan al aire cada noche, en cada suspiro,
apenas alcanzo a contar los míos,
a pesar de que cada día los repito cual oraciones, aneladas y silentes,
-Algún día -Me miento...

Algún dia...



29 diciembre 2011

Página nº 12 del cuaderno de Pablo

Jimmy, won't you please come home? ~Moriarty

Un padre, perdona los errores de sus hijos.

Sólo buscaba una disculpa y encontró una espalda respondiendo a sus puyas, balbuceos cobardes,
después de veinte años parece mentira que sea imposible aprender de sus ceños fruncidos
rebotes salidos de quien sabe qué juguete,
el orgullo jamás aprende a pedir perdón, ¿verdad?

Ella quería guardar tres, al menos, una para su amor, otra para su amiga, y otra, quizá la menos importante,
para ella.
Dejaste dos.
Y no importa, en serio, a ellos les da igual no probar el aire de otro lugar,
ellos entienden que no siempre se puede ganar,
ella quiere ganar siempre, y no entiende que no se puede.
Aún así la vida
tiene muchas formas de enseñar,
lo que ninguna persona es capaz.

El orgullo jamás aprende a pedir perdón.
Ni ve justas todas y cada una de las quejas que se levantan en rebelión contra un régimen de imcomprensión mutua.

No, no se roba un regalo a un hijo.
Eso, fuera de todo argumento,
y contra casi todo pronóstico,
no se hace.

Es... ¿cómo decirlo?
de sentido común.

27 diciembre 2011

Cadena de recuerdos

Sé que no le conocí, y por tanto no puedo afirmar siquiera lo evidente,
pero probablemente
él también la quería muchísimo, aunque a veces gritase,
y la vio crecer entre las flores como la mejor de todas,
y seguro tuvo una vida difícil porque es lo que tienen las vidas,
pero supo salir adelante y sacarla del barro,
y darle lo mejor que supo,
seguro,
que ahora detrás de todas las veces que se enfadó con él pondría una sonrisa, un abrazo, algo...
Sé que no iba en serio pequeña, o quizá sí, pero no era tan importante en el fondo,
seguro él también pidió perdón en su momento, en silencio,
seguro también echó de menos tus brazos rodeando su cuello.

No le conocí, y no se ni si lo merezco, a punto estuve de verle una vez, y no, joder
ni sé cómo es,
y aun así veo que algo en tu dirección, muy a lo lejos se cae a pedazos,
veo ese castillo de serias convicciones lógicas desmoronarse bajo una tormenta de esas tan negras,
a mi también me tocará, y aunque quizá no te consuela,
aquí estamos aún unos pocos, para ti,
para hacerte sentir menos sola en este corto viaje,
para ayudarte a pagar el peaje por las lágrimas,
y a aguantar el dolor de las puñaladas,
para tirar hacia arriba de tus comisuras, hasta que, falta de prisa, algún día
vuelvas a aprender
a cerrar los ojos
cundo sonrías.

03 octubre 2011

Tú no lo sabes, pero

Tú no lo sabes, pero,
tienes a toda una corte de corazones a tus pies,
que con un giro de cabeza, siembras en el aire puntos suspensivos,
y hasta las gotas de lluvia que se descuelgan de la cornisa sonríen sin miedo a la muerte
cuando sacas a pasear tu sonrisa,
y no lo sabes,
pero bajo este cielo de otoño no soy el único que te echa de menos,
no soy el único roto por tus desplantes,
ni el único envenenado de amor por tus besos.

Tú no lo sabes, pero,
mañana cuando regreses conmigo, te esperan las flores que luchan por no marchitarse sin verte,
te esperan los sueños que no tuve sin ti.

Tú no lo sabes, pero,
ese valor que tienes para decidir no gustarte, se ríe de ti a tus espaldas, se siente desperdiciado,
y esa belleza que nada tiene que envidiar a las estrellas se siente halagada por tu modestia pero,
sabe que es mentira, no te disfraces,
hay chicas que te miran y dicen:

"Ella,
quisiera ser la mitad de bella..."

Y tu no lo sabes, pero, es cuando estoy a tu lado
tan cerca de la poesía,
cuando de verdad me puedo sentir poeta.

01 octubre 2011

Wish you were here

Ella y su infancia que no termina de disolverse,
sus besos carentes de significado, y los otros en los que pone su alma,
sus petos vaqueros, y sus ojos,
sobre todo sus ojos,
las palabras de consuelo que se repite, apenas suyas,
sus pósters sustituyendo las banderas en cuales nunca consiguió creer,
sus tonterías y sus ganas de abrir a las dos de la mañana las heladerías,
su batería, desmontada,
sus maletas a medias,
sus recuerdos de pared,
sus pequeñas anclitas a las que se encadena tres veces al día,
todas esas cosas que no recuerda,
y todas esas cosas que no quiere recordar,
ella y su vida,
ella y su familia,
ella y su corazón gigantesco y frágil a la vez,
ella y su forma de hacer el tonto ante la gente nueva,
ella y su amor por las cosas pequeñas,
ella y su inconsciencia, y sus callejones sin salida y sus ganas y su crema de calabacín y su infinita confianza inmerecida y las estrellas...
ella y sus heridas y sus pocas ganas de cerrarlas y sus cagadas de cada día que restan importancia a su sonrisa...
su sonrisa...
su sonrisa...
que a la vez gana importancia con cada lágrima.


Él y su saco de incongruencias,
sus manías y sus frustraciones,
su ironía de vida, su miedo infundado,
sus cositas, que no son mierda, son cositas,
sus besos que significan más de lo que jamás sabrá explicar,
su colcha hortera y sus labios, sobre todo sus labios,
la ansiedad que no consigue nunca frenar,
la música que nadie le enseñó,
su tiradez y esa capacidad de no salir de la cama en todo el día
su guitarra desafiada,
su habitación patas arriba,
sus recuerdos de cajón,
sus cervezas,
todas esas cosas que aun recuerda,
todas esas cosas que no quiere recordar,
él y su vida,
él y sus amigos,
él y su corazón de trapo usado,
él y su bordería ante los desconocidos
el y su amor por las cosas bonitas,
él y su tristeza, y sus ganas de mandar todo a la mierda, y su mejor me callo y el arroz de carne y sus sospechas malditas y el atardecer...
él y sus cicatrices y su globo de amor que poco a poco se desinfla a golpe de mentiras...
su globo de amor...
su globo de amor...
que parece explotar, cuando sus miradas se juntan.

"Cut me in quadrants, leave me in the corner,
Now it's passing..." ~Antony & the Johnsons

15 septiembre 2011

Cuervos

Cuán cansado es labrar un campo, de tierras duras y hierbas secas,
qué cansado regarlo bajo el sol abrasador,
respirar polvo y llorar sudor,
caminar descalzo las piedras de un lugar que se resiste a brotar.

Cuán cansada la vida del labriego, paciente, curtido,
de piel de cuero y corazón solitario,
qué cansada la rutina de arrancar maleza con las manos desnudas
y la espalda rota,
y peinar la tierra cada día, y que el viento,
indomable,
eche a volar la arena,
y a perder la futura cosecha.

En un descanso, sentado en la piedra, miro a los ojos a los cuervos,
que esperan, y esperan,
a que los cierre y caiga de bruces,
cansado, tan cansado,
y esperan, con sus afiladas garras hundidas en la madera,
sus picos amenazantes,
sus risas de graznidos haciendo eco en la inmensidad,
y esperan,
a que muerda la tierra por fín,
con sus alas huecas,
y sus plumas negras.

04 agosto 2011

Ilusiones a tientas

Es de aguantar de lo que trata esta vida, muchas veces
es tumbarse en el suelo con una calma de nuncas
mirar al cielo sin entornar apenas los ojos
ver a los sueños flotar azules a lo lejos
y cerrar lentamente las ventanas para dejar de ver,
dejar de ver
dejar de oir
dejar de oir
dejar de sentir
de sentir
de ser
ser...

Muchas veces esta vida está para dejarla pinchada con una chincheta en el tablón de las cosas por hacer,
es necesario olvidarse de ella en el rincón de la ropa sucia, o en el fondo de la mochila que usabas en la primaria, o sobre la maleta de tus mejores vacaciones, es necesario dejársela antes de iniciar el viaje, a veces, es necesario olvidarla
para acordarse de lo muy necesarios que son esos llantos y esas desesperanzas,
para verte de lejos llorando y frío abrazado a tus rodillas,
y sentirte cálido y tierno como si vieses a un niño,
para oirte gritar rabioso y hastiado en el peor infierno,
y sentirte sabio y calmado como si oyeses el viento.

Nadie se venda los ojos cuando la oscuridad se llena de fantasmas
la mayoría no queremos,
pero muchos, prefieren no mirar,
a no ver nada.

06 julio 2011

Metamorfosis

Tenia en el pecho aleteos de pájaros en contra del viento,
y nidos de ideas en su cabeza
y alas de cisne para irse lejos sin moverse de aquí,
y tenía miedo también,
y manías de lunes,
y costumbres de almohada,
tenía también la nevera llena y vacío el corazón,
y una sonrisa cogiendo polvo en el armario
un vestidito precioso de pijama,
y una garrafa de llantos junto a la mesita.

Era bonita, muy bonita, y estaba rota,
y quise darle, no se si lo conseguí, ya veremos,
pero quise darle
un soplido de vida dentro de sus pulmones, viento a favor,
unas manos con las que proteger ese nido,
un cielo azul sin tormentas para sus vuelos internos,
un chiste,
quise darle besos de mañana,
risas de cama,
vaciar su nevera
y llenar su corazón,
quise limpiar su sonrisa y verla relucir al sol,
meter el vestidito en el armario, dormir desnudos,
y gritar felicidad con las mejillas,
mientras que
sin darnos cuenta,
la garrafa de llantos se vierte sobre el parqué.

05 julio 2011

Esper-arte

Tengo una piel, una sola piel para soportar lo que venga,
y esperar, tengo que esperar, porque el que no espera se resigna,
y el que se resigna está muerto,
o eso decía hace tiempo...

Esperar que haya alguien, quien sea, a través de todos estos kilómetros de miradas,
de todos estos días de viaje sin rumbo fijo, sin boceto previo,
de todo este cúmulo de improvisaciones, de chapuceras soluciones que nada pueden reparar
unas lágrimas ya vertidas,
un corte en la mejilla.

Ojala pudiera hablarte con mis ojos como lo hacíamos,
sería más sencillo, y más bonito caminar,
sabiendo que nos queda aún otro idioma por explorar
con el que expresar inseguridades de forma sutil,
y sonreír y decir:
"A ver, cuéntame..."
escuchar,
y fundirse con la comprensión, en un abrazo.

Ojala tuviese más fuerza, lo juro, para protegerte de mis monstruos,
alguna vez se me escapará alguno, nunca fui hombre de muros,
pero sí de escudos,
y prometo que me defenderé, incluso de los tuyos.

Camino con la espera colgada de mi mano como una niña malcriada a la que no hay más remedio que soportar,
aburrido de fijar detalles en sus sitios, de alicatar enfados,
aburrido de intentar coordinar mis carencias con mis necesidades,
tan aburrido...
que me resigno, a veces...
y entonces, me muero.

22 abril 2011

Vayámonos al invierno

Parece que fue ayer cuando no teníamos entre nosotros ni el respeto, en aquella cola de la matrícula en la facultad de bellas artes, ella no lo sabe,
se lo dije,
pero no lo sabe,
que empezó a colarse en mis sueños justo ahí,
con su cabreo de mil demonios lanzándome gritos mudos incluso a mí,
un desconocido,
que se ríe por dentro de su mirada de odio infantil,
y de reojo le manda ternura vía indirecta,
ni la capta,
pero da igual,
echaré tierra,
no sea que me vaya a enamorar.

Me pregunté si al menos coincidiríamos en una clase,
para poderla ver hacer peripecias con el lenguaje,
para llegar quizá a ser su amigo,
para poder decirle vayámonos al invierno, maldita sea,
para hacerla reír, o llorar de alegría,
para hablar de algo, para compartir un litro,
para salir de fiesta o algo, qué se yo,
de primeras personas está el mundo lleno,
y de deseos sin cumplir también, pero bueno,
sólo queda esperar,
y esperar,
y esperé,
y no llegaba,
y casi,
no llegó a ocurrir, pero casi,
(ya os lo contaré otro día)
casi la olvidé.

Allí fuera hay alguien

Cómo no hacer caso a la distancia, cuando hay todo un paraíso esperándome al final de la carretera,
invitándome a caminar a su lado descalzos por ésta arena de mil relojes,
porque nunca nos importó el tiempo,
ni enamorarnos en una semana,
sabemos que las manecillas son como agujas,
y señalan,
y acusan,
así que aprendimos a dejar de mirarlas, y si lo hacemos,
que solo sea para ver la hora, para quedarnos con el momento.

Entonces nos abrazamos un poco con la paciencia de los sabios, con la prisa de los novatos,
y acariciamos nuestros costados, tumbados,
mirándonos,
viendo a través de los ojos del otro todo un nuevo mundo de pasiones y escándalos,
pisando firmemente suelo ajeno, sin miedo, perdiéndolo a cada segundo, no echándolo de menos,
con una cuerda atada a la cintura por si nos perdemos,
saber recuperar el rumbo,
poder caminar el cuerpo del otro con los dedos, con total libertad,
poder palpar su universo en su pupila, acariciarlo con la mirada,
andar por la hierba,
sobre una cama,
y sonreír porque nos gusta el tacto del pasto de nuestras ideas,
sonreír de felicidad sincera, encontrarnos ahí dentro,
en el etéreo de compartir nuestra mente, y nuestro cuerpo,

y cortar estas cuerdas,

y dejarnos llevar...

13 abril 2011

Bosquejo nº 3 sobre una sonrisa: Una de dos


Estoy seguro de que el cielo susurra tu nombre cada mañana,
cuando abro mi ventana dejándole un poco de aire a mi vida,
alguna vez te oí entrar escondida entre las hebras de la brisa,
noté tu mano acariciando mi cuello, tan suavemente,
quizá era el viento,
pero sonreí como si allí estuvieras,
como si fueses ese trago de aliento en el más cómodo de los bostezos,
llenando de vida mi alma, y mi cuerpo,
y tu voz,
quisiera tenerla como despertador,
esa voz que pareciera salir de la mismisima boca de la ternura,
inconfundible y a la vez nueva cada vez,
quisiera que fuese mi himno de orgullo,
mi banda sonora,
dios mio,
a veces te juro que mataría por ella,
con la misma piedad con la que ella me mata de amor.

Y qué será de nosotros, me pregunto, a las puertas de esos siete días que serán eternos sin tus besos,
qué será, pequeña, quizá te des cuenta, no sé,
de que no merece la pena seguir renovando la esperanza,
ya sea por éste lado de libertades y risas,
ya sea por ése otro de recuerdos y años,
quizá te des cuenta y decidas, quizá...

Y quizá, puestos a elegir, no me elijas.

De ser así...
De ser así acepta la última sonrisa de amor que me dibujes en la cara,
guárdala porque te la mereces, es mi regalo,
atesórala porque es tuya y tú eres su autora,
no la olvides, aunque mis ojos se tornen de piedra y mis labios mueran en una triste mueca,
no la olvides, aunque me veas llorar hacia dentro en llantos inconsolables que negaré que existan,
no la olvides, aunque deje de acariciar tu piel con el corazón puesto en la punta de mis dedos,
no la olvides, por favor, aunque quiera huir del mundo y no te deje sujetarme,
no la olvides, aunque te sientas traicionada por mi alegría,
no lo hagas, aunque ello te lleve la vida...

Yo recordaré, como hago siempre,
sabes que no soy de los que esconden sus recuerdos,
pero no sabes que a veces soy yo quien se esconde de ellos,
y habrá veces que me veas con más miedo que sangre en el cuerpo,
y habrá veces que grite en silencio y no puedas evitar taparte los oídos,
y será bonito, pero no en ese momento...

A veces, tengo miedo de qué decidas.

Sólo te pido que si lo haces,
tomes el camino que tomes,
de ninguna manera te sientas culpable.

Lo sabes, te siento,
y clavo ese poste en el suelo,
con la esperanza de que resista de pié,
durante toda ésta semana de huracanes y vientos.

05 abril 2011

Bosquejo nº 2 sobre una sonrisa: Ser felices

"Supongo que tendría que aprender a distinguir entre las cosas que todavía no tengo,
y las que no tendré jamás."

~Escandar Algeet


Nos regalamos noches, somos así de duros, seres de hierro que disfrutan rompiendo sus muros, déjanos correr por la hierba un día más cada día, danos la fuerza y las ganas, 
quien quiera que seas, diablo destino.


Nos vi sonreír tan sinceramente que supe que eso era ser feliz, arropados por nuestros propios brazos, y pidiéndonos a gritos un beso,
a veces pareciera sentirme como que podría dejar de sentirte,
cuando nos encerramos en nuestra condena de letras, de noche,
cuando podría recordar cada uno de los pasos que diste en falso a propósito, en esta habitación,
cuando me huelo la gran cantidad de días eternos en los que intuyo nos perderemos.


Eso era ser feliz, estar allí y en ese momento, cada uno con el otro, grabándonos una mirada eterna en los ojos,
que pareciera durar un segundo. 
Estoy seguro de que cualquiera que se pase por ese rincón del mundo podrá oír aún los restos de los susurros que jamás nos dijimos al oído
quizá despues de un tiempo, quién sabe, regresen al olvido,
quizá no.


A veces quisiera saber qué forjamos,
qué rompemos, 
qué cambiamos,
y poder empuñar con seguridad el martillo, 
y saber dónde golpear cada vez, y con qué fuerza,
darnos tiempo a enfriarnos, o hundirnos de nuevo en las brasas,
ser herreros de noches en vela y sentimientos prohibidos,
enorgullecernos de lo que tuvimos o sigamos teniendo, o vayamos a tener o perdamos, 
o ya perdimos.


A veces quisiera saberlo,
pero otras, 
solo quisiese que tu vientre masajease mis yemas así,
pasivamente,
que tus labios me apresasen de nuevo, tan capaces como siempre,
quizá ahora más que nunca,
abrazarnos sin tiempo y sin prisa,
sin miedo,
con toda una historia aguardándonos más allá de esa puerta,
cruzarla, con nuestra fuerza de escudo,
y nuestro fondo de risas.


La mayoría del tiempo que no me ves, me hundo, 
no sé si finjo que ser felices es cosa de dos, o de ninguno.

28 marzo 2011

Sin cero

He ido peor otras veces, destino, créeme, confía lo suficiente en mi 
como para dejarme volver sólo esta noche, o con ella,
déjame ser susurrado por el eterno silencio de una calle vacía,
déjame dar un paseo tranquilo, pensar, dame música, quiero...

Quiero demasiado, siempre lo supe, siempre buscando lo que nunca encuentro,
quiero una melodía suave y repetitiva, que empiece en la menor,
quiero un puñado de palabras que poder recitarme así en bajo para sentir como que me entiendo,
quiero sus labios, tenerlos cerca, poder siquiera rozarlos con mis pensamientos.

Ver su risa revuelta danzar por encima de las mas bellas melodías y pensar,
maldita sea pensar que no necesito más mundo que las cuatro paredes que nos mantienen juntos,
juntar las manos como abriéndonos las fronteras y saber,
saber que nunca dos universos habían estado tan cerca.

Sorprendernos por un momento de esos gestos, pero no dar el brazo a torcer,
los años nos enseñaron a disfrutar de lo que no es nuestro,
y tenemos una piel curtida a base de besos a prueba de agujas,
y una cara de buenos que se nos quita cuando nadie nos ve.

Notar su pulso en mi pecho y poseer ambos dos corazones,
a cada rato temer preguntarnos,
tragarnos las exclamaciones y los suspiros,
y pretender que somos felices dejándonos ir...

A veces pensar en amarla, y sonreír.

25 marzo 2011

Tomémonos algo nuestro

'Tomémonos algo nuestro',
le digo a sus ojos sin mover los labios, y arquea una ceja,
sé que sabe de lo que hablo pero no le gusta jugar a las indirectas,
y me paga con la misma moneda, no diciéndome 'bésame ahora, o haz callar a esa lengua',
acaso lo piensa...

Veo como acorta su mecha a propósito y no de cada abrazo perdido,
que será pedido en su momento con o sin ojos de cordero,
y con o sin lágrimas nos abrazaremos en la noche, como escondiéndonos,
bajo las sábanas, 
con o sin ropa,
acaso importe,
acaso hoy explote...

Quisiera oír de su boca lo que sé que piensa,
para dejar de llamarme estúpido cada vez que la miro a los ojos,
me sirvo de excusas entre signos de interrogación, para acercarme,
y abra su boca o no, responde,
"Cuando es un libro abierto que quiere cerrarse,
y de torpe vergüenza no puede.".

Me pide un par de palabras poesía, 
y las tiene,
y aunque sabe que apenas la veo, también sabe que sé 
que se gira unos grados hacia abajo,
y hunde su cara en la almohada, sonriendo y colorada,
con esta timidez y vergüenza que simplemente se nota.

Y ojalá, le digo, las promesas que nos hicimos,
nos sigan prometiendo, y no promintiendo,
y podamos reírnos de nuestras tonterías,
descubriéndonos nuevas cosquillas,
y revolviéndonos el pelo,
tanto en el cielo de una cama,
como en un infierno de celos.

11 marzo 2011

Incisos e inciensos

En este campo de sábanas quedan los restos rotos de lo que un día fueron despreocupaciones,
y ha pasado mucho tiempo ya desde que abandoné las formalidades,
por tanto educado y no, me dirijo al mundo con franqueza,
y a veces le grito, y otras sinceramente le miento,
porque a veces hay que mentir, como todos sabemos,
como todos callamos,
a veces me abrazo con alegría de la de verdad fluyendo por mi cuerpo,
y elevo la cabeza con fuerza, y en serio me creo fuerte,
y a veces no.


Alguien que sepa leer en mis ojos lo que callan mis palabras... ¿Acaso existe?



En ese cachi usado aún rebosa humo de mi ultima barra de incienso,
de a poco no lo uso, y dejo volar a las cenizas,
no me hubiera importado en el fondo, soy de pocas manías,
no confío en mucha gente, pero confío en unos pocos,
y a veces me apoyo en ellos cansado y con sueño,
y les rindo a sus hombros todas las poesías que me guardé para mí,
para mantenerme de pié.


Adoro ese olor, es tan suave, tan cálido, da la sensación de estar en un hogar...


Suspiros cargados de blues hacen eco por las paredes del patio interior,
confinado,
eterno vigilante.


Quisiera poder compartir un secreto.
Quisiera que lloremos de empatía.
Quisiera una utopía para mi cumpleaños, hay tantas, que a veces pienso que este mundo es el equivocado,
que a veces pienso que en verdad, una, no sería pedir demasiado. Y a veces no.



Acariciar es una ciencia, saber trazar mapas con yemas y uñas, hacer que se erice la piel, dibujar con tinta invisible en el alma a través del cuerpo,
acariciar con toda la mano, con un dedo, con dos,
acariciar con la mirada, no acariciar, no hacer nada,
despertar las ganas, satisfacerlas, buscar tesoros en las dunas de un vientre,
conseguir que el tacto supere a la vista, cerrar los ojos,
cerrar sus ojos,
abrir puertas,
cerrar sus ojos,
y al final, canciones lentas,
a veces un beso, y a veces no.

27 febrero 2011

Free bird

Disfruta de su presencia y ríe, amigo de camisetas verdes, algún día te pedirá ser libre y espero,
no intento convencerte de nada, sólo espero, 
que estés preparado para su marcha, dolerá, oh sí, mucho,
te hará daño y llenaré meses de histeria, te verá como jaula y no te quedará otra que abrirle la puerta,
verla volar, y echar de menos su nido,
y no digo que sea mala, no, para nada, no es mala, es solo...
libre,
puedes leerlo en sus ojos y en su muñeca izquierda, 
puedes leerlo en sus alas marchitas de ganas,
puedes olerlo en su pelo, aroma de mil lugares en los que jamás estarás,
sólo ha decidido repostar, pero no temas,
sabes que de todos modos ha sido una suerte conocerla,
sé que sabes de todas sus manías y de alguna más que no me habrá contado,
sé que jugasteis a lo que jugamos, que intentó recordar algo, mantener algo,
algún juego de preguntas quizá, o alguna expresión, alguna frase, algo,
siguiente nivel del fractal.

Lo sé...

Lo sé porque yo también estuve allí cuando llovieron los astros sobre los besos,
cuando llenó de su alma mis pulmones,
yo también la vi trepar tan deprisa que crees te dejará atrás y justo va y se gira,
y se ríe, te llama lento y te ayuda a escalar,
yo también la vi ocultar sus miedos y sospeché, y también me regaló los mejores momentos,
yo también, joder, caminé con los dedos su cuerpo, el bache de sus costillas, la cicatriz de su brazo,
surfeé con mis manos su pelo,
yo también la eché de menos más de una vez al día, y la noté distante,
pero también la vi hacer fotos por la ventana una mañana de invierno y mirame 
con esa sonrisa de mil vidas 
y callarme para no estropear esa imagen, 
la vi correr tras el bus en la lluvia y pararse
gritando a tomar por culo el mundo para después coger y besarme,
yo estuve con ella cuando el mundo se nos caía encima mezclado con miedo,
callejeando de noche con el corazón fuera del pecho
cogidos de la mano así de fuerte en las horas más intensas de la noche,
pero estuve con ella al día siguiente riendo en los escalones de piedra de un atardecer salmantino,
lanzando cuadernos al aire y prendas al suelo.

Así que cuando llegue el momento, nada de rodillas al suelo, 
sonríe y dale un abrazo,
después vete, y olvida, sé nuevo,
porque yo perdí tanto esa noche,
que incluso hoy, a veces, la recuerdo,
y me siento incompleto.

26 febrero 2011

Celda deshilachada, uñas rotas

Quisiera correr lejos hasta que la carrera me acabase matando, caer de bruces y a plomo sobre la tierra,
sin más, tragar polvo, un poco más, quedar solo,
en una cuneta al azar de un día de estos, ser carroña medio viva, para los buitres alimento,
atravesar mis costillas con estas manos de hueso y cortar el fino hilo del que pende mi corazón,
tan inseguro de querer hacerlo como siempre, pero hace calor y se me derrite su piel en los labios,
la tristeza sabe tan dulce, cuando se tiene tan cerca que apenas se distingue de una sonrisa, 
que apenas se fija uno en ella mientras dibuja con el dedo garabatos en su vientre,
pensar que todo eso no es mas que sueño, que mañana se irá, probablemente,
pensar que no quieren creer que amo, que no quieren mis besos ni regalados, 
pensar simplemente en morirme de un infarto mientras voy caminando,
pensar y pensar, y estoy hecho un lío,
e intento deshacerlo poco a poco tras un muro de cristal,
y no lo consigo,
y me aburro,
me desespero,
me rindo...

Hasta el punto de dejarme las fuerzas en el césped, no mover ni un músculo, no pestañear, dejarme invadir poco a poco por el miedo, por la confusión, no luchar por retener las lágrimas, no cerrar la boca, no mirar a nadie, no apartar la vista del sol, quemarme las retinas y no respirar...

No
Querer
Nada

Ya mañana quizá...

21 febrero 2011

Trayectorias

Me emborrachaba con cuidado de no perder el norte, en ese bar inundado de rock y de palabras,
cayéndome loco en cada chiste y saliendo de vez en cuando a respirar aire a San Justo, 
donde con suerte podía encontrarme al punky vendecervezas de la noche, o a la pareja del finde dándose el lote entre dos contenedores.

Lo llaman paraíso,
todos aquellos dueños de sonrisas ebrias 
posadas en bancos de piedra con la mirada ausente
y sin hielo ya en sus copas rebosantes 
rebosantes de ésa tristeza que no le contaron a nadie,
de esas lágrimas que se tragan a espaldas del mundo,
el vello erizado de un frío que ya no sienten, 
las manos agarrotadas de soportar tanto vaso interminable,
y el corazón llorando etanol, agotado por tan lenta pena de muerte.

Entré y la vi,
la vi mirarme entre todas esas cabezas de otros, 
con esos ojos cartógrafos trazando rumbos imposibles hacia los míos,
un segundo de ojos curiosos de un rincón a otro del bar,
que me imbuyeron una vez más de valentía 
media sonrisa de lejos,
que se convirtió en imagen inolvidable
y un cuarto de vaso cargado de ron 
que la despediría, 
hasta otra noche
o hasta otro día.

Me sentí poeta de nuevo al verla caminar sus alegrías por encima de los improperios,
poeta de esos que empuñan versos y lloran escuchando canciones,
de esos que presumen su vida y su banda sonora escribiendo,
de esos que forjan cadenas que se deshacen a base de besos, para amarrarte con ellas a la libertad,
que labran futuros inciertos ladrillo a ladrillo, sentimiento a sentimiento,
que aún creen en el amor,
de esos poetas sin musa que exprimen su corazón en un tintero para tener con qué enamorar a quien no le quiere, 
poeta condenado a morir regalando su aliento,
a cambio de un par de esperanzas, sobre las que poder apoyarse, a modo de bastón.

Me sentí de nuevo,
humilde, 
pequeño, 
tal y como me recordaba,
y eso, qué voy a decir,
me alegró.

27 enero 2011

Excusas de cine

Sabía que volverías a aparecer tarde o temprano, aunque fuese en los ojos de cielo de una cara distinta,
negaste una vez conocerme y aún me mirabas, desde lejos como se mira todo aquello que aunque no se quiera,
en parte se echa de menos,
y te reconozco en las facciones fugaces que nunca recuerdo, en colores de pelo que no son los tuyos y en sonrisa de pocos paletos en labios menos carnosos que esos con los que pronunciabas mi nombre,
es cierto, es ella misma saltando de cuerpo en cuerpo,
lo leo en la música que cree no ser, y es extraño, lo sé,
pero se me caen los abrazos al suelo con cada ráfaga de aroma que me regala su viento,
su aliento me roza y me incita,
y puede que sea mi mano hambrienta de piel la que cobra consciencia mientras yo duermo,
y las olas nos hacen visitas en sueños arrastrando cada uña clavada en la carne y cada gemido en el alma,
me acuerdo y a veces lo extraño y sonrío pero quiero llorar en el fondo,
tan hondo,
tan hondo que creo perderme y ahogarme, que no hay salida,
que mañana estaré muerto, que estoy en un pozo negro,
y de negro irán todos a apagar una a una todas las velas de mi entierro,
que en este mundo de mierda verte es consuelo,
es un giro de tuerca que pronostica alternativas y vende descansos a tres besos el metro cuadrado,
lo supe,
lo supe pero solo fui capaz de tenerte en mis pensamientos,
sólo en mi imaginación logré hacer realidad los bocetos en tinta de sangre de este tío, borracho de calles,
solamente compadecido,
si me vieran por dentro por un momento sus caras se tornarían en angustia,
se quedarían todos parados pausando la fiesta y agacharían la cabeza en modo procesión,
regalándole una lágrima de silencio a mi imagen,
colgado del hierro de baranda en un parque perdido de la mano de dios,
y yo me caería en mi cama más tarde al son de Black Sands,
abrazándome los hombros huyendo del frío, y decir:
mañana,
otro día será.