es tumbarse en el suelo con una calma de nuncas
mirar al cielo sin entornar apenas los ojos
ver a los sueños flotar azules a lo lejos
y cerrar lentamente las ventanas para dejar de ver,
dejar de ver
dejar de oir
dejar de oir
dejar de sentir
de sentir
de ser
ser...
Muchas veces esta vida está para dejarla pinchada con una chincheta en el tablón de las cosas por hacer,
es necesario olvidarse de ella en el rincón de la ropa sucia, o en el fondo de la mochila que usabas en la primaria, o sobre la maleta de tus mejores vacaciones, es necesario dejársela antes de iniciar el viaje, a veces, es necesario olvidarla
para acordarse de lo muy necesarios que son esos llantos y esas desesperanzas,
para verte de lejos llorando y frío abrazado a tus rodillas,
y sentirte cálido y tierno como si vieses a un niño,
para oirte gritar rabioso y hastiado en el peor infierno,
y sentirte sabio y calmado como si oyeses el viento.
Nadie se venda los ojos cuando la oscuridad se llena de fantasmas
la mayoría no queremos,
pero muchos, prefieren no mirar,
a no ver nada.
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