"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

19 marzo 2014

Anónimo

Soy una paradoja. Quiero ser feliz pero no hago más que pensar en cosas tristes. Soy vago, aunque ambicioso. No me gusto a mí mismo, pero también amo quién soy. A veces digo que me da igual, cuando en realidad me importa. Busco atención, pero la rechazo cuando la consigo. Son una contradicción conflictiva. No consigo descifrarme ni entenderme, y no hay manera de que alguien pueda hacerlo.

Quiero viajar. Quiero sentir el océano en mi piel. La mayoría del tiempo intento convencerme de que el futuro está aun por venir, pero alguien debería recordarme que ayer también fue futuro una vez, que mañana pronto será pasado, y que yo aun no me he movido de aquí. Echo de menos las ciudades que nunca he visitado, los libros que nunca he leído, los corazones que nunca he roto y las lágrimas que nunca he llorado. Imploro el amor que nunca conseguí, los pensamientos que nunca tuve, las sonrisas que nunca mostré y la persona que nunca fui.

Cuando digo "te echo de menos" lo digo de verdad, no soy de esas personas que sueltan esas tres palabras cuando necesitan algo de ti. Si alguna vez te digo que te echo de menos, significa que eres una persona muy importante para mí. No solo que has impactado positivamente en mi vida, sino que quiero que te quedes en ella. Sé que la gente viene y va, así es la vida, pero voy a ser honesto: quiero que tú te quedes en la mía.

¿Que cuál es mi problema? Me prendo rápido. Una vez quedo prendido de alguien hago todo lo posible para complacerle y hacerle feliz. No es por que yo quiera algo, no se trata de lo que yo quiera; siempre son sus necesidades sobre las mías. Creo que le doy demasiadas oportunidades a personas que, francamente, puede que no las merezcan. Se aprovechan de mí y acabo alejándome. Pero estoy bien con eso porque al fin y al cabo están en mi vida y eso es lo que en verdad quería. E incluso si me joden, estaré ahí para ellos, por que ese soy yo, así soy. Una vez quedo prendido de alguien, esa persona captura mi corazón y siempre tendrá un lugar en él. Es por eso que muchas veces me cuesta dejar marchar las cosas.

No creo que la gente me ame. Aman versiones de mí que he modelado para ellos, versiones de mi que han construido en sus mentes.

¿Que qué es lo que no entiendo de la vida? No entiendo cómo alguien puede borrarte de su memoria. Cómo alguien puede simplemente eliminar tu existencia. Cómo alguien puede pasar a tu lado y fingir que no ha pasado absolutamente nada entre vosotros dos. Cómo alguien puede olvidar por completo todos los recuerdos que cosechasteis juntos. Cómo alguien puede superarte tan fácilmente. Cómo puede sencillamente mentirte a la cara. Cómo alguien puede perder todo eso que sentía por ti inesperadamente. Cómo alguien puede cambiar por completo tu estado de ánimo en un segundo. Cómo alguien puede alejarse como si no hubieses significado nada. No lo entiendo, no le veo sentido.

¿Que a qué le temo? Tengo miedo a ser feliz porque en sólo unos segundos puedo perder todo y a todos en mi vida. Ser feliz es solo un sentimiento que tienes en un momento concreto, pero ¿qué pasa cuando se va? Ayer lo tenía todo, hoy no tengo nada. Me siento completamente perdido.

¿Que qué es lo que me gusta? Me encanta cuando estoy conduciendo o leyendo, y estoy sumergido en mi mundo, me olvido de mis problemas, de todo a mi alrededor. Estoy únicamente concentrado en esa cosa y todo parece tan pacífico. Amo leer libros porque me hacen ver las cosas desde otro punto de vista. Vivo a través de sus personajes, a través de las palabras. Amo las flores, los abrazos largos,  las sonrisas tímidas, el olor de la lluvia, las noches estrelladas, perderme en las letras, los actos de solidaridad, las sudaderas grandes, hacer sonreír a la gente, sentirme querido, saludar a los extraños, las canciones que describen mi situación actual, las infusiones, las tormentas, escribir lo que siento. El único momento en el que de verdad soy yo mismo es cuando estoy escribiendo. Ya sé que no me lee mucha gente, pero lo hago más bien para mí. Escribir lo que siento es como poner en papel mis recuerdos y todo lo que amo. Cada pequeña historia o poesía tiene una parte de mí que nunca se irá.

Encuentro fascinante cuando la gente me cuenta cosas de si mismas. No me importa lo que sea, ya sea sobre su día, lo que les gusta hacer, lo que esperan que les depare el futuro, lo que sea. Me gusta conocer a las personas. Adoro cómo se les ilumina el rostro cuando hablan de sus pasiones y de lo que les gusta.

Tras leer éstos párrafos, cualquiera puede decir realmente que ha llegado a conocer a mi verdadero yo, aunque en verdad no espero que mucha gente llegue a leerlos.

Traducido de un texto anónimo, encontrado en: [ver texto original]


01 marzo 2014

Lava Lamp & Music 9 (Natural Cause)

Camino con los dedos arrastrando en las baldosas,
y no muero porque siento que aun no ha de acabar mi historia,
que aun la puedo rescatar de las garras de la histeria,
si tan sólo pudiera hincar mi amor en su memoria,
hacer que huelan mis suspiros a sus labios,
aunque me ahogue en ellos cual naufragio de derrotas,
nunca fui un afortunado seductor de los misterios,
ni un ejemplo de carisma,
ni un cantante de falacias,
más bien un pintor de música en poesías como prosas,
un pantano de experiencia, un amante de nostalgias,
un fantoche acostumbrado a dejar marchar las cosas,
ni tan bueno como pinto,
ni tan malo como piensas.

Caeré desordenándome el pasado como siempre,
con la lengua ardiendo de aguantarme las preguntas,
sé seguir hacia delante apretando bien los dientes,
escondiendo un corazón que no rabia, pero duele,
que no siente que se esconde y sólo sale para verte
qué te apuestas
a que no sabré cerrar la puerta,
ya han sido tantas veces que una más no es diferencia,
que si miro hacia detrás veré que están todas abiertas,
y al fondo a aquel que fui sonriendo en la distancia,
ya no importa, como dije: soy de paso aunque me quede,
sé volar hasta caerme y eso nunca salva a nadie,
sé nevar en el infierno y derretirme en un regazo,
y aunque sangro tiempo libre
a veces llego con retraso.

Dame tiempo, sólo pido tiempo y sueños,
dame un suelo al que caerme y un abrazo que me arrope
ya seas sol para un desierto que no deje de abrasarme,
o una lluvia torrencial sobre este pozo de deseos.

Me conoce,
ese dios del que reniego,
sabe que nunca pasé por un obseso de la carne,
aunque sepa degustar cada matiz de una epidermis,
puedo esposar mis caricias en barrotes de sus cárceles,
y cerrar los ojos,
cuando desnude sus énfasis,
perderé esta guerra y todas por un segundo de ser feliz,
sé que no sé desear por falta de faltarme todo,
mas si duro un día más prometo destrozar mis hombros
esforzándome en sentir cada sístole y diástole,
en mi pecho que es el suyo, a veces amo a veces ódiole
late en estampidas su belleza de nocturno,
ebullen sensaciones que ametrallan mi futuro.

Tiene más fuerza en sus ojos que un coloso entre los dedos,
menos penas que alegrías a pesar del desconsuelo
medio miedo medio ganas, me da fuego, me desarma,
y yo llamando al cielo alcohol, al viento amor, y al duelo karma,
se deja la piel de las palmas borrándome las pizarras
pero amarra sus miradas no muy lejos de estos versos,
sabe que es de besos esta sed que me desquicia el alma
y aun así acaricia mis sueños con su voz y su guitarra.