Jimmy, won't you please come home? ~Moriarty
Un padre, perdona los errores de sus hijos.
Sólo buscaba una disculpa y encontró una espalda respondiendo a sus puyas, balbuceos cobardes,
después de veinte años parece mentira que sea imposible aprender de sus ceños fruncidos
rebotes salidos de quien sabe qué juguete,
el orgullo jamás aprende a pedir perdón, ¿verdad?
Ella quería guardar tres, al menos, una para su amor, otra para su amiga, y otra, quizá la menos importante,
para ella.
Dejaste dos.
Y no importa, en serio, a ellos les da igual no probar el aire de otro lugar,
ellos entienden que no siempre se puede ganar,
ella quiere ganar siempre, y no entiende que no se puede.
Aún así la vida
tiene muchas formas de enseñar,
lo que ninguna persona es capaz.
El orgullo jamás aprende a pedir perdón.
Ni ve justas todas y cada una de las quejas que se levantan en rebelión contra un régimen de imcomprensión mutua.
No, no se roba un regalo a un hijo.
Eso, fuera de todo argumento,
y contra casi todo pronóstico,
no se hace.
Es... ¿cómo decirlo?
de sentido común.