Tenia en el pecho aleteos de pájaros en contra del viento,
y nidos de ideas en su cabeza
y alas de cisne para irse lejos sin moverse de aquí,
y tenía miedo también,
y manías de lunes,
y costumbres de almohada,
tenía también la nevera llena y vacío el corazón,
y una sonrisa cogiendo polvo en el armario
un vestidito precioso de pijama,
y una garrafa de llantos junto a la mesita.
Era bonita, muy bonita, y estaba rota,
y quise darle, no se si lo conseguí, ya veremos,
pero quise darle
un soplido de vida dentro de sus pulmones, viento a favor,
unas manos con las que proteger ese nido,
un cielo azul sin tormentas para sus vuelos internos,
un chiste,
quise darle besos de mañana,
risas de cama,
vaciar su nevera
y llenar su corazón,
quise limpiar su sonrisa y verla relucir al sol,
meter el vestidito en el armario, dormir desnudos,
y gritar felicidad con las mejillas,
mientras que
sin darnos cuenta,
la garrafa de llantos se vierte sobre el parqué.
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