"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

24 julio 2011

Fantasmas en el horizonte


Cómo lidiar con la autocompasión que tanto odio, si de tí sólo tengo las palabras que eliges mostrarme tras este muro de kilómetros, si amas a los cuervos que pretenden sacarte los ojos y yo me muero de impotencia en mi asiento, viendo como te precipitas a la masacre y sin embargo no estar condenado sino a verlo, ver como poco a poco creo sentirte desaparecer en las manos de otro, y necesitar quizá mentiras para mantener viva la esperanza, mentiras, las temo más que a la verdad. Sólo te pido que escuches el frío susurro de viento que mis huracanes te hacen llegar, y que no me vendas cegueras felices, ni ignorancias ni utopías, ni maldita sea máscaras que maquillen la crudeza de la realidad, que no me pierdas creyendo tenerme, que me abandones si no me quieres, que me abandones si le deseas, que me abandones a la poesía si de poesía te nutres y vacías mi alma con ilusiones que se romperán algún día, si la melancolía me puede y me deja la garganta fría, agarrotados los dedos y en un puño el corazón, mi cabeza dolía de pensarte loca de risas en boca de aquel que te ama y a quien a pesar de todo nutres de alas y palabras que ni siquiera tú sabes corregir, abandoname a la poesía si ves que es tarde y el baile termina, y se apagan las luces y te quedas sin mí, si no me imaginas en tus mejores besos, abandóname, si no es a mí a quien buscas cuando la miseria se orina sobre tí, abandóname si dejo de ser la raíz de tu dicha, y sólo soy un obstáculo a quien creiste tomar por ayuda, sin escrupulos, sin rencores, pequeña, abandóname si la guerra es dura y luchamos en bandos contrarios, a la poesía de este poeta que sonríe a los astros que no le sonríen, de este poeta que llora besando y rie de tristeza, y pinta retratos de lágrimas con gotas de lluvia, y se va con lo puesto, qué se yo a cazar tus fantasmas y vuelve aterrorizado y muerto de miedo a la cama, y sólo pronuncia tu nombre, que quizá ya no sea tan mío, y me convierta en algo tan poco tuyo que ahora sea tan yo mismo, y a la vez tan de nadie.
A veces creo no poder seguir con el corazón de una pieza, cuando sé que le das munición a quien pretende matarme, otras cierro los ojos y espero esa explosión y ese cálido atravesar de bala en mi pecho, y otras sólo me abro por dentro y no puedo mas que sonreir al ver que puedes ser feliz, con o sin mí.

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