sin más, tragar polvo, un poco más, quedar solo,
en una cuneta al azar de un día de estos, ser carroña medio viva, para los buitres alimento,
atravesar mis costillas con estas manos de hueso y cortar el fino hilo del que pende mi corazón,
tan inseguro de querer hacerlo como siempre, pero hace calor y se me derrite su piel en los labios,
la tristeza sabe tan dulce, cuando se tiene tan cerca que apenas se distingue de una sonrisa,
que apenas se fija uno en ella mientras dibuja con el dedo garabatos en su vientre,
pensar que todo eso no es mas que sueño, que mañana se irá, probablemente,
pensar que no quieren creer que amo, que no quieren mis besos ni regalados,
pensar simplemente en morirme de un infarto mientras voy caminando,
pensar y pensar, y estoy hecho un lío,
e intento deshacerlo poco a poco tras un muro de cristal,
y no lo consigo,
y me aburro,
me desespero,
me rindo...
Hasta el punto de dejarme las fuerzas en el césped, no mover ni un músculo, no pestañear, dejarme invadir poco a poco por el miedo, por la confusión, no luchar por retener las lágrimas, no cerrar la boca, no mirar a nadie, no apartar la vista del sol, quemarme las retinas y no respirar...
No
Querer
Nada
Ya mañana quizá...
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