"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

04 mayo 2010

Bosquejo nº 1 sobre arañas y mandarinas: Cama

"Y mi historia, la historia que primero da vueltas como un torbellino en mi cabeza, como un agujero de gusano que vuelve sobre su propia topografía para después lanzarse e invadir otras más lejanas e inciertas, sin orden correcto, ni principio ni desenlace, un orden salvaje y espontáneo, todo contado al mismo tiempo en mi cabeza para un único oyente que soy yo mismo. Y después intento transmitir estos mensajes a esta persona que me mira y me dice por primera vez que me quiere, y quizá todo esté sucediendo demasiado rápido y qué más da ya, pocos días después de conocerla, pocos días después de aquella noche en la que, precisamente, esta historia tendrá su clímax y conclusión pero no adelantemos acontecimientos. Ella me dijo su nombre, y ella me adjudicó otro nombre porque pensaba que era otro, y estoy seguro de que por ello, porque para ella era otro aquella noche, ella empezó a enamorarse de mi, y ahora ya no puede detener esa reacción. Por eso me escucha con la cabeza ladeada sobre el pedestal de su mano abierta: un tributo a su error, una forma de compensación..."

~ Alberto Sal Agüero

__

Y qué hay de cuando nos tumbamos a su lado, y las miramos y remiramos, esperando que ella haga lo mismo, y que pregunte. Que pregunte por qué la quieres tanto, ahora que estás preparado para la pregunta, ahora que te la esperas. Pero ella no pregunta, porque quizá piense lo mismo, quizá esté esperando que tú preguntes, o porque quizá piensa en otra persona. Ella no hace La Pregunta, y la mejor respuesta que jamás se te haya ocurrido se pierde en el pozo de las ideas no utilizadas (Donde tan mal huele siempre), y a veces intentamos rescatarla, sin éxito. Ésa pregunta jamás será respondida correctamente.

Y ahí permanecemos, arropados en nuestra sencilla inocencia, ignorantes el uno del otro, sin hacer La Pregunta, mirándonos embobados, con ése pequeño resquejo de tristeza que nunca sabes por qué está ahí pero está. Ése pequeño paréntesis emocional que reza: "Hay algo que no funciona." Pero como estamos embobados, mirándonos, ajenos, más pendientes de nosotros mismos que de la otra persona, lo ignoramos, y nos decimos "todo está perfecto" para poder sonreirle y que a ella también se le pase. Y ahí nos tienes, además de idiotas, enamorados, y sonriendo, ajenos a todo problema, hasta el día en que ése problema no sea ajeno a nosotros.

_________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario