"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

26 mayo 2010

El borde de las aceras


"Igual hablando de donde estuvimos poder volver
por las veces que he pensao que no lo vamos a conseguir
y no es miedo pero se le parece tanto,
conozco tan pocas palabras..."

~Silvi-orión

Es todo demasiado extraño, a veces
es como si el tiempo no fuese a terminar de pasar nunca y otras tengo miedo
de que suene el despertador,
de abandonarla ahí, en mis pensamientos, y se pierda,
luego me tocará buscarla en mis maletas,
siempre se esconde ahí por si me voy sin avisar,
y yo la entiendo.
Unas veces hablamos y es como si jamás nos hubiésemos besado, es
primero frustrante,
después divertido, si me doy cuenta
de que sólo somos dos nudos de nervios en la misma habitación, debemos
ayudarnos a ser hilos,
para luego liarnos, o darnos al vino,
al humo,
al colchón, pero siempre
con la intención de quedarnos enredados en el recuerdo, no dejarnos cazar por el olvido,
porque con calma y con paciencia,
acabaremos cayendo bien al destino, o si no dime,
de qué serviría tenerte hoy, si mañana hacemos como que nos hemos perdido,
como si nos hubiésemos ido y aunque así sea, tengamos cojones,
y no soltemos nuestras esperanzas,
para así conservar nuestras ilusiones.
No persigas mi coche el día que marche,
dejaré un rastro de lágrimas, así que no tengas prisa
llegado el momento desharé el camino, cada risa,
y cada bache,
y ese día se merecerá mi primera cruz en el calendario, como orgulloso,
de que hayan pasado los días, de poder trepar por tus cornisas,
entrar por tu ventana y despertarte como nunca antes nadie lo hizo,
con el regalo que jamás nos hemos hecho porque ya nos teníamos,
con promesas de vuelta cumplidas
y por tanto, con sonrisas.
Equivocarse es muy fácil, pero enamorarse más aún,
y ya no sé si he cometido un error al seguirte,
o simplemente he seguido abrazándote de broma,
para decirte en serio lo mucho que fuera a extrañarte.
Y puede que tengamos que hacer arder los parques,
y buscarnos otras hogueras más calientes,
guardaré un poco de ceniza en mis bolsillos, donde guardo también mis deseos,
me sacaré de la manga una nueva cerilla, y juraré,
que no la usaré nunca más como excusa para recordarte.
En ocasiones como ésta, entiendo a los pirómanos.
Y nadie vendrá a darnos la razón, todos los techos se llenarán de sogas
tendremos que robarnos las fotos en las carteras,
aprender a ahorcarnos,
y a caminar por el borde de las aceras.
Pero ése será otro día,
hoy es cuando te sellaré los labios con un dedo, y te diré
que la palabra "imposible"
es sólo una falta de ortografía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario