"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

06 agosto 2010

Estaciones y lluvias

Es curioso cómo se apartan los segundos para dejar paso a las esperanzas,
y cómo de cada siete días sólo uno es capaz de prometerme futuros inciertos,
como si no supiese de sobra que bebo de ese antídoto contra decepciones,
cuando él no mira,
cuando es viernes,
y las ganas de dormir me persiguen desde el domingo.

Es frustrante ponerse a escribir cuando uno realmente no tiene nada que decir,
se me agolpan las palabras en la boca, tropezando con los dientes,
y caen sobre un teclado empapado de mis dedos, que gritan palabras en silencio, palabras
que no tienen mucho sentido, pienso, pero que como todas ellas, siempre dirán algo.

Por todo esto sé que me miras desde detrás de tus cortinas y tus relojes en hora punta,
tras el humo con el que comienzan los viajes, y los chirridos con los que terminan,
recorres la estación con la mirada buscando unas zapatillas que te suenen,
o un abrigo de colores,
consciente de que es la última vez que te llegará mi brisa, sé que me ves,
ante el gesto de amargura del picabilletes, esa persona,
cuya cara es un mapa de grietas y malas suertes,
y no me giraré para despedirme, porque a mí nunca me agradaron tus lágrimas,
y a ti jamás te gustaron los trenes.

Sé que lo haces porque yo ya miré desde allí una vez, un día
en el que todo regalo fueron unas vías,
un montón de sueños por cumplir,
y un cajón lleno de deseos con espinas, el día
en que aprendí a hacer las maletas, a irme con la mirada elevada, el corazón hundido,
y a dejar atrás todos los charcos
y todas mis lluvias.

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