"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

21 agosto 2010

Página nº 18 del cuaderno de Pablo

Adán despertó una mañana cualquiera, y vio por primera vez el rostro de Eva a su lado, aún dormida sobre una cama de césped en mitad del Edén, arropada por una sábana de gotas de rocío que sólo jugaban, jugaban a proyectar todo un mapa de arcoiris sobre sus pechos, sus pechos suyos, y a la vez de ambos. Adán quedó maravillado y necesitó tocar tal milagro, posó su mano sobre esa piel de alabastro finamente tallado, y su mirada sobre el rostro de ese ángel caído del cielo. Al momento, Eva abrió sus ojos, y no recuerdo con exactitud lo que pensaría entonces, pero ésta mañana, cuando te vi amanecer iluminada por el radiante sol de una mañana fresca y despejada, cuando vi tus iris brillando y desperezándose, creando una música solo audible a través de la vista, recuerdo que pensé: "Dios mío, hasta ahora no sabía lo que era el verde".  

No hay comentarios:

Publicar un comentario