"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

17 septiembre 2010

Melocotón del jueves

He de dejar de hacer esas promesas que a veces sólo yo oigo,
la de borrarle con un beso la línea de los ojos,
porque no hay pintura de ningún color capaz de olvidarse de esa curva,
de esa carretera por la que viajan toda clase de brillos y convencimientos,
cazasueños de las miradas,
infierno de los poetas, donde ningún verso que escriban medirá lo mismo que sus pestañas
jaula de los impacientes, en la que cae de vez en cuando algún alma perdida cual gota de rocío,
veo normal en el fondo quedarme callado a su lado, no responder coherentemente,
cuando ella me besa
mi sentido se pone a bailar la danza de las desimportancias,
se embriaga del sabor de su saliva,
y pide a gritos silencio para prestar atencion a la belleza,
me pregunto: ¿Dónde habrán ido las palabras que iba a regalarle cuando la viera?
De seguro se habrán quedado entre sus sábanas, o volaron hacia el cielo de su boca.

He de dejar de hacer esas promesas que a veces sólo yo oigo,
la de borrarle con un beso la línea de los ojos,
que se pinta con toda la paciencia del mundo, porque va a comérselo,
esta noche ruborizará al suelo, que no podrá evitar mirar debajo de su falda,
esta noche será un chute de vida para todo el que la vea,
bailará con otro y no conmigo y dará pié a lujurias de mil colores y a deseos,
hoy será la mejor noche para muchos,
para mí será una mirada atrás y una evaluación de los sentimientos,
y para ella será una risa más en cualquier local de Salamanca, rutina,
me pregunta
¿Por qué no dices nada?
Y cómo quiere que diga algo, si tiene embelesada hasta la más rebuscada de mis palabras,
que sé que el silencio es incómodo, pero toda palabra será equivocada, antes que decir algo mal, mejor no decir nada.

Siento como que le pica el desconocer gran parte de mis días, y evito pensar en amor, siempre fué un niño mentiroso.

Siento el pequeño rechazo en sus ojos, y el abrumador deseo en sus labios, no se de verdad, a cual de los dos hacer caso.

Siento un no continuo en voz baja, y cientos de síes que hacen tanto ruido que asustan.

Siento miedo cuando parece que no la escucho, y orgullo cuando le arranco una carcajada.

Siento el dolor de huir de la esperanza trepando por clavos ardiendo.

Y también
lo siento.

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