Así que eres tú,
la misteriosa ladrona que me roba los sueños y la cordura,
has de saber
que cada vez que te apropias de mis pensamientos,
me regalas un deseo más de tenerte,
y así no llegaremos a ninguna parte.
Por eso quiero proponete un trato:
bésame,
y así los dos ganaremos algo,
yo rozaré el cielo por un instante
con las yemas de mis dedos,
y tú darás el gran golpe,
llevándote la posesión más preciada,
que guardo a buen recaudo
en mi pecho.
¿Y tú?
ResponderEliminar¿Quien eres tú?