"Soy un vampiro, y tras años y años de experiencia aprendí a soportar la luz del sol, los ajos, y las estacas en el corazón."

~Jack Red

26 abril 2011

Acates de pánico

Pienso que al mundo le faltan caricias a veces, y abrazos, y que a muchos de sus hijos jamás les han querido lo suficiente, y me encuentro que soy tan novato como siempre, pero un poco más confiado, historias del pasado me advierten de posibles errores presentes, confiar demasiado, todo el mundo miente, y es cierto: Todos tenemos secretos, todos sabemos algo que sólo nosotros sabemos, todos ocultamos, a veces mereciendo dolernos por ello, y otras con tanta inocencia que no necesitamos pedir perdón para tenerlo. Pero es triste, me refiero, no ser capaz de de brillar del todo, estar condenado a ocultar siempre una parte por miedo, o por antojo, conveniencia, quién sabe, cada uno a su pedo.

Ya ha pasado antes, y me ha pasado antes, vivir en una burbuja de ignorancia, siendo continuamente consolado por falsas verdades, u ocultas, o mentiras piadosas, y he aprendido a buscar la desconfianza donde no la hay sólo para explotarla, la burbuja, sólo por el puro placer de entender el porqué del engaño, no hay enfado, no hay odio, ira o violencia. Sólo una profunda y arrollante decepción, la decepción de haberte vendado los ojos para ser guiado, y de que no te avisen del escalón, teniendo por ciencia cierta que los proveedores de dicha confianza traidora piensan en mí como en un frágil accesorio más que como en una persona. 

Eso... duele.

Pero nunca fui de esos rebeldes de rifle en mano que luchan por sus sueños hasta la muerte, mi madurez está compuesta de sueños rotos y de esperanzas perdidas, se forjó a base ideales abandonados y llantos desconsolados, he aprendido a renegar de los deseos y a abandonar las oportunidades, y soy fuerte en ello, en decir que no a las utopías, y en no creerme la mitad de lo que pienso. Sé dejar a un lado una causa perdida, y quién sabe si lo haré llegado el caso.

Pido perdón si en éste monologo se imaginan mi voz vacía, lejana, triste, o rota, es sólo que soy humano, y como humano del montón, a veces siento que la confianza me ciega, que no veo el próximo paso, y tengo miedo de que éste sea un adiós.

Lo siento.

1 comentario:

  1. Muy bueno, me ha gustado mucho. Muy personal y profundo.
    Sigue así.

    ResponderEliminar